El gobierno nacional mantenía anoche negociaciones secretas con los gobernadores y los bloques de la oposición “dialoguista” para lograr avanzar hoy en un dictamen común de la Ley ómnibus, que había sido reformada en varios puntos para lograr apoyo para la media sanción.
“Entiendo que hay interés de acompañar en general este proyecto y con algunas disidencias en particular”, indicó el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quien se mostró optimista sobre la aprobación de la ley y detalló que hoy convocarán a una reunión con el objetivo de firmar el dictamen de mayoría, para ponerlo en discusión el jueves en el recinto.
“Durante todo este tiempo de estudios se han tomado todas las sugerencias destinadas a mejorar el proyecto que había enviado el Ejecutivo”, destacó Menem, quien precisó que “el proyecto se ha modificado cuantitativamente porque pasamos de 664 artículos a 523, sino que también hemos mejorado cualitativamente, porque algunos temas que fueron modificados lo empezaremos a discutir a partir de marzo”. “Esto habla de que es un Gobierno que escucha”, destacó, aunque al mismo tiempo advirtió que “no habrá lugar” para incluir nuevas modificaciones a la norma.
En efecto, el Gobierno le presentó ayer una nueva redacción de la Ley ómnibus a los bloques dialoguistas -PRO, UCR y Hacemos Coalición Federal (HCF)- con varios cambios respecto a la redacción original, en especial en lo referente a la movilidad de las jubilaciones (ver en página 4); la quita de las retenciones a las economías regionales; la reducción de las delegaciones de facultades legislativas al Ejecutivo a un año; y la eliminación de YPF de la lista de empresas a privatizar – mientras que para Nucleoeléctrica, Banco Nación y Arsat dispone que el Estado solamente podrá realizar una privatización parcial-, entre los principales.
Sin embargo, pese al estricto secreto en que se realizan las negociaciones, tanto desde el PRO como la UCR y HCF revelaron que todavía hay reparos sobre temas que consideran claves, como las retenciones, el ajuste de las jubilaciones y la falta de compensación a las provincias. Cada uno por su lado, los bloques discutían ayer la posición que llevarán al recinto, negociando simultáneamente con el oficialismo en representación de los gobernadores. La incertidumbre era tal que no se sabía si acompañarán el dictamen oficial, si lo harían en disidencia y propondrían modificaciones en su tratamiento en particular o si alguna bancada llevaría si propio dictamen.
Los principales reclamos se concentran en torno a que el Gobierno no cedió en su intención de aumentar los derechos de exportación a la soja (del 31% al 33%), el trigo y el maíz (del 12% al 15%), del girasol (del 7% al 15%) y de la carne (del 9% al 15%). “Los gobernadores no lo van a acompañar”, deslizó un emisario de Juntos por el Cambio (JxC), aunque los mandatarios definían anoche su postura. “Todavía no enviaron los anexos donde se explican cómo quedarán (las retenciones) en cada uno de los productos”, explicó la diputada radical Karina Banfi, quien dijo que la propuesta para los jubilados “tiene un problema con el empalme”.
Desde el peronismo, Germán Martínez cuestionó a los bloques “dialoguistas” porque la norma mantiene las “facultades discrecionales” del Ejecutivo. “A todo lo que supuestamente ‘renuncia’ el oficialismo, Milei lo puede hacer al otro día de aprobada la ley por el margen de facultades discrecionales que le van a delegar”, advirtió.
Un proyecto para restituir el Impuesto a las Ganancias
El Poder Ejecutivo anunció que enviará hoy al Congreso el proyecto de ley de Ingresos Personales para revertir la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias que había derogado los legisladores a fines de 2023. Según se pudo saber, el tributo alcanzará a los salarios a partir de los $ 1.300.000 mensuales.
“Los mismos gobernadores que le votaron a (el ex ministro Sergio) Massa levantar el impuesto con fines electorales, ahora son los que están pidiendo que vuelva”, aseguraron fuentes oficiales. En este sentido, la restitución de Ganancias fue uno de los tira y afloje entre las provincias y la Casa Rosada, ya que de ese modo el Gobierno podría recomponer ingresos fiscales. Pero además, los gobernadores conseguirían también una tajada al tratarse de un impuesto coparticipable, a diferencia del impuesto País.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, justificó el cambio de postura de Javier Milei respecto a las Ganancias e indicó: “Cualquier corrección al alza de impuestos, como en este caso de Ganancias, va a ser de cortísimo plazo. Es el telón para lo que viene, y siempre vamos a (…) ser los primeros que cuando haya un aumento en algún impuesto, que en el cortísimo plazo lo corrijamos y volvamos al estado anterior”.