La demencia es una de los trastornos más comunes en adultos mayores. Se trata de un deterioro de la capacidad mental que interfiere en la vida cotidiana de la persona. En la actualidad, el Alzheimer es el tipo de demencia más habitual; aproximadamente en el 70% del total de casos, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). En España, podrían existir 800.000 personas que padecen la enfermedad, siendo una de las patologías que genera uno de los mayores gastos sociales: el costo por paciente se cifra entre 27.000 y 37.000 euros anuales. Ante este escenario, es recomendable ejercitar el cerebro por medio de juegos, como el sudoku o crucigramas que facilitan el desarrollo de determinadas funciones cerebrales como la atención y la memoria, o que ayuden a reforzar la reserva cognitiva.
El doctor Juan Carlos Portilla vocal de la SEN subrayó que la demencia tiene lugar cuando surgen unos síntomas que indican una disfunción cognitiva en la persona. Estos pueden afectar a varias esferas cognitivas de la persona, como la memoria, la atención, o a nuestra capacidad ejecutiva, o incluso al lenguaje, y hacerlo de manera progresiva”. A su vez precisó que estos síntomas iniciales pueden identificarse con cambios en la conducta o en la personalidad del sujeto. A modo de prevención, existen ciertos estudios poblacionales que demuestran que hay factores ambientales que pueden prever el trastorno. Se sabe que en aquellas personas que realizan una actividad física, como caminar, evitan tóxicos, o controlan los factores de riesgo cardiovascular, la aparición de la demencia es menos frecuente que entre quienes no siguen una vida sana”, remarcó el neurólogo.
En tanto a la intensidad o el ritmo en el que avanza la demencia, o los primeros síntomas del deterioro cognitivo, son más lentos en aquellas personas con mejor reserva cognitiva, la capacidad previa cerebral que tiene la persona antes de que se le acentué la enfermedad. En otras palabras, aquellas con mejor reserva cognitiva, los síntomas más limitantes de la demencia aparecen de forma atenuada, y más tarde. En este punto, es fundamental el implemento de la lectura para agilizar la actividad intelectual y la sociabilización.
En la misma línea, el poder ejercitar el cerebro a través de juegos, tipo sudokus o crucigramas, que faciliten el desarrollo de determinadas funciones cerebrales como la atención y la memoria, son muy útiles a la hora de prevenir la demencia, a juicio del experto. Es más, Portilla afirma que si se hacen de forma regular, se refuerza nuestra reserva cognitiva. Sin embargo, aclaró que no se encuentran estudios que pongan a dos personas haciendo crucigramas y a otros no haciéndolos y se notifique cuánto ayuda a la persona. Lo que sí existe es una evidencia clara en todo lo anterior”, resaltó Portilla.
Una vez que se asienta ese fallo cognitivo propio de la demencia, en el tratamiento las terapias ocupacionales centran gran parte de su tiempo en diferentes juegos intelectuales, puesto que los consideran, eficaces para retrasar cuanto más tarde la aparición de su nivel máximo, es decir, cuando esa persona se vuelva realmente dependiente. Por último, también sugieren que se lleve una vida sana comiendo mucha fruta, verdura y cereales, minimizando el consumo de carne roja o azúcares añadidos, haciendo ejercicio, como media hora de bici, caminar deprisa o correr casi a diario y manteniendo una vida social activa.