Talleres goleó anoche al campeón vigente de la Copa de la Liga, Rosario Central, por 4 a 1, con una gran actuación del arquero Guido Herrera y alta efectividad en ataque, en encuentro de la tercera fecha del Grupo A.
En el primer tiempo, Rubén Botta puso en ventaja al ganador a los 13 minutos, y Maximiliano Lovera igualó provisoriamente para la visita a los 30, de penal, en tanto que Juan Rodríguez (45m. PT), Ramón Sosa (48m. PT) y Matías Catalán (16m. ST) sentenciaron la victoria de la «T».
Talleres sumó así su segundo triunfo al hilo, luego de un traspié en el debut y alcanzó los seis puntos para quedar momentáneamente en el primer puesto de la zona junto a Independiente de Avellaneda, el ascendido Independiente Rivadavia y Gimnasia.
Los rosarinos, defensores del título, aún no pudieron ganar en lo que va del año, apenas sumaron dos empates en las fechas iniciales y sumaron dos unidades.
En un primer tiempo que pasó de todo y que tuvo al visitante como el que más propuso, fue Talleres el que salió airoso porque contó con Guido Herrera, que tapó tres pelotas claras. A la vez, el local tuvo gran efectividad en el arco rival, aprovechando casi todas las chances para irse al descanso 3-1 arriba.
El golazo de Botta parecía demasiado premio para un equipo que no podía encontrar juego asociado y sufría la presión de los rosarinos, que dijeron presente mostrando lo mejor de su juego que los llevó a ser campeones en el torneo anterior.
Ignacio Malcorra, Lovera, Lucas Martínez Dupuy fueron por momentos muy complicados de contener para la defensa local, pero la presencia de Herrera mantuvo al local en partido.
Lovera de penal igualó el marcador, tras lo cual Talleres comenzó a reaccionar, se pudo para más adelante y llevar el juego a campo rival, para de pelota parada conseguir el gol del ingresado Botta –tras chequeo del VAR por supuesto empujón- y la ventaja volvía a ser de los locales.
Ventaja que se aumentó con otro gol de gran factura como fue el del paraguayo Sosa cuando se iba la primera mitad y la fiesta comenzaba a desatarse en las tribunas con una parcialidad cordobesa que se ilusiona con el andar del equipo.
Ya con el resultado favorable, el complemento estuvo a pedir de la «T» porque se hizo fuerte con el manejo de Botta en tres cuartos de cancha y las amenazas de Gastón Benavídez y Sosa por las bandas, desnudaban falencias en la defensa de los de Miguel Ángel Russo.
Llegó el tanto de Catalán, con una gran corrida y muy buena definición, para liquidar el partido y así los últimos estuvieron de más, ya con mucho menor intensidad que en el primer tiempo, y sin mayores acciones de peligro.
En la próxima fecha, Talleres afrontará uno de los clásicos cordobeses cuando se mida el lunes 12 con Instituto, en tanto que Central buscará su primer triunfo como local de Independiente Rivadavia en San Nicolás.