En los primeros 70 días del año, la Policía de Córdoba detuvo en nuestra ciudad a 239 personas en 150 operativos exitosos con el uso de armas no letales, el nuevo armamento con el que se está dotando al personal de la fuerza y que se agrega al arma reglamentaria 9 milímetros de puño provista a los efectivos.
En esos procedimientos, las detenciones se dieron en el marco de casos de violencia familiar hasta persecuciones por robo. De los apresados, sólo 53 personas resultaron con lesiones leves, sin que ninguno fuese herido de gravedad, informó ayer el gobierno de Córdoba.
En el interior de nuestra provincia, en el mismo período, se hicieron 26 procedimientos con la utilización de este armamento, y resultaron detenidas 25 personas.
El cuadro general arroja 176 procedimientos positivos, 264 personas detenidas; de las cuales el 29% fueron por casos de violencia urbana; 17% por violencia familiar; 10% por hechos de robo en flagrancia; 7% por la aplicación del protocolo de salud mental; y un 37% por otros hechos y contravenciones. Según los datos oficiales, en cada uno de los operativos realizados con armas no letales en nuestra ciudad hubo 1,6 detenidos.
Los resultados registrados en los procedimientos policiales de la provincia han motivado consultas de áreas de seguridad de otras jurisdicciones del país, incluyendo la federal que comanda la ministra Patricia Bullrich, a los fines de avanzar con la doble portación de armas para los efectivos de distintas fuerzas del país: a la reglamentaria, sumar la de letalidad reducida.
Sobre el particular, el ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, contó la experiencia de la dotación de armas no letales para la Policía de Córdoba en el marco del Consejo Federal de Seguridad Interior.
El funcionario explicó en los últimos días que los policías de Córdoba serán los primeros del país y Latinoamérica en tener “doble armamento, la pistola reglamentaria 9 milímetros en su cintura, y la de letalidad reducida en el pecho, dotándolo de mayor poder de fuego, una herramienta más para la prevención y menor riesgo para la vida de contraventores y presuntos delincuentes”.
“Los números de estos primeros tres meses demuestran que el uso del armamento no letal le da al policía una excelente herramienta para cumplir con su deber. Hasta la llegada de la Byrna, el efectivo sólo tenía su fuerza física y el arma reglamentaria, letal. Ahora, puede optar y aplicar un poder de fuego proporcional al peligro que enfrenta”, destacó Quinteros.
La efectividad del arma no letal y el uso apropiado por parte de los efectivos hizo que ninguna de las armas Byrna que intervinieron en estos procedimientos de esta capital fuera secuestrada por la Justicia, por lo que la totalidad del arsenal sigue en manos de los policías que actuaron en las detenciones. En estos procedimientos, los efectivos no se vieron obligados a utilizar su arma reglamentaria.
“Entendemos que la conformación de la Policía más profesional del país debe ir de la mano de la mayor cantidad de recursos y pertrechos. El objetivo es que cada uno de los efectivos de la fuerza cuente para cumplir con su deber con el doble armamento. No hemos entrado en la polémica que otras armas de letalidad reducida generan. Los hechos demuestran que con casi dos procedimientos exitosos por día, su uso es apropiado”, agregó Quinteros.
Además de los casos con detenidos, las armas no letales fueron utilizadas en más de un centenar de procedimientos disuasivos en el marco de hechos contravencionales, todos con resultado positivo.