Durante la madrugada del jueves, Daniel Osvaldo sorprendió a sus seguidores de Instagram y al mundo del fútbol al publicar un video suyo pidiendo ayuda. El exjugador de Boca y la selección italiana, entre tantos otros, confesó a corazón abierto que sufre depresión y adicción a las drogas y el alcohol. «Mi vida se me está yendo de las manos», sentenció.
«Hace mucho tiempo vengo lidiando con una depresión muy grande que me hizo caer en adicciones al alcohol y las drogas. Lo quiero contar y compartir porque estoy en tratamiento psiquiátrico», comenzó a narrar el exdelantero retirado hace cuatro años, en una publicación que subió durante la madrugada de este jueves.
«Quiero hacer este video para aclarar algunas cosas sobre mi vida. Estoy bastante desesperado y no la estoy pasando nada bien. Tengo la necesidad de hablarlo», explicó Osvaldo, y reveló que sufre «falta de autoestima y depresión».
Tal como contó en el video, la depresión lleva a Osvaldo a muchas veces no querer ni «levantarse de la cama»: «Vuelvo a caer en la autodestrucción por enojo, y eso destruye a la gente a mi alrededor. Prácticamente vivo solo, encerrado», dijo.
«Lo cuento porque creo que es la única manera en que pueda salir es que realmente se entere la gente de lo que me está pasando. He caído en adicciones muy feas, que me hicieron alejarme de gente que quiero mucho. Me hace no tener ganas de compartir cosas con mis hijos», agregó el futbolista que debutó en Huracán allá por 2004.
Luego, le pidió perdón a su expareja, la periodista Daniela Ballester, de quien se separó recientemente en medio de sospechas por una presunta infidelidad. «Las decisiones que tomo en mi vida que no están bien, el enojo que tengo con el mundo, tienen que ver con mi falta de autoestima, mi depresión. Estoy haciendo un tratamiento psiquiátrico, con medicaciones, pero es difícil. Me aíslo de la gente que quiero y me cuesta mucho salir adelante», destacó.
Por otro lado, el exjugador de Inter y Juventus reconoció que gastó gran parte de sus ahorros y que perdió la «seguridad y confianza» que tenía cuando era profesional. «Hoy soy una persona que no reconozco y me está costando mucho salir de esto. Me cuesta mucho hablar las cosas, abrirme, salir de la realidad que se genera en mi cabeza y es muy difícil distinguir de lo que es real de lo que mi cabeza inventa», expresó.
«Quería decir esto más que nada para que si alguien está viviendo algo parecido que pida ayuda. Que solo no se sale. Yo pedí ayuda y aun así me está costando. Siempre fui buen compañero, quise ser buen padre aunque muchas veces no me salió. Vienen de un lugar de mí que no puedo controlar, no puedo manejar. Quería decir esto y pedirle perdón a mi familia, a mis hijos, a mis amigos», contó entre lágrimas.
«No me quiero victimizar, quiero obligarme a no caer en los mismos errores. Y siento que si todos lo saben, no me voy a poder escapar y ojalá pueda volver a ser el de antes algún día. Nada más», cerró.