En Argentina, tras el segundo paro general contra las políticas del Gobierno de Javier Milei, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló que en marzo los salarios volvieron a perder contra la inflación. Estas cifras oficiales confirman la continua pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, lo que ha llevado a una disminución en el consumo y, por ende, en la producción y la actividad económica del país.
De esta forman, el informe del INDEC contradice las afirmaciones de Milei, quien había asegurado que los salarios estaban ganándole a la inflación, basándose en el RIPTE que publicó el Ministerio de Trabajo.
Sin embargo, el análisis del INDEC detalla que solo los empleados estatales lograron igualar la inflación, mientras que los trabajadores privados y no registrados quedaron por debajo. Durante el primer trimestre, los salarios aumentaron un 49%, frente a una inflación del 51.6%, evidenciando una brecha creciente en la comparación interanual.
La realidad de los trabajadores no registrados es aún más preocupante, con incrementos salariales del 9.7% en marzo que profundizan su pérdida de poder adquisitivo, considerando que cerca del 37% de la fuerza laboral trabaja sin derechos laborales. La consultora ACM señaló que los salarios en general sufrieron una caída real del 18.8% en el último año, mientras que los alimentos aumentaron más del 308%.
El Gobierno argentino confía en que la recuperación del poder adquisitivo del salario se logrará a través de la creación de nuevos empleos y la reducción de la inflación. Sin embargo, los últimos informes de producción industrial, construcción y consumo pintan un panorama desalentador. Una encuesta del INDEC reveló que el 95% de las empresas principales del país no planean contratar personal ni aumentar las horas de trabajo, mientras que la actividad industrial se desplomó un 30% al final del primer trimestre.
En el sector de la construcción, la situación no es diferente, con más del 90% de las empresas afirmando que no contratarán personal, lo que se agrava por la paralización de la obra pública. Estos datos indican un escenario complicado para las próximas paritarias y la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores del país.