Estados Unidos rechazó ayer que Israel esté llevando a cabo un genocidio en la Franja de Gaza contra los palestinos, aunque a la vez insistió que el gobierno de Benjamin Netanyahu debe hacer más para garantizar la protección de civiles inocentes en medio de la guerra con Hamás.
“Creemos que Israel puede y debe hacer más para garantizar la protección y el bienestar de civiles inocentes. No creemos que lo que está pasando en Gaza es un genocidio. Hemos dejado constancia de que rechazamos firmemente esa proposición”, dijo el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, en la habitual conferencia de prensa en la Casa Blanca.
“Los civiles palestinos atrapados en medio de esta guerra están en el infierno. La muerte y el trauma que han sufrido son inimaginables. Su dolor y sufrimiento son inmensos. Ningún civil debería pasar por eso. Esto está en la mente del Presidente todos los días”, afirmó Sullivan.
La larga declaración de Sullivan recopiló la postura de la Casa Blanca cuando ya han pasado más de siete meses de un conflicto que amenaza la campaña presidencial de Biden en busca de la reelección, y luego de una ola de protestas en campus universitarios del país que acaparó la atención del mundo.
La guerra también tensó al máximo la relación de Biden con el gobierno de Benjamin Netanyahu, con el que mantiene diferencias cada vez más visibles. Días atrás, Biden amenazó con frenar el envío de armas a Israel si Netanyahu ordena una invasión total a la ciudad de Rafah, último refugio de más de un millones de palestinos que huyeron de la violencia.
Cabe mencionar que unas 450.000 personas han huido de Rafah desde el inicio de la operación militar de Israel en esa ciudad, donde los tanques penetraron ayer en barrios del oeste, mientras recrudece su ofensiva en Yabalia, en el norte de la Franja, donde ordenó evacuaciones en más áreas. “Las calles están vacías en Rafah y las familias huyen en busca de seguridad.
La gente se enfrenta a agotamiento, hambre y miedo constantes”, afirmó la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). “Ningún lugar es seguro. Un alto el fuego inmediato es la única esperanza”, indicó la agencia sobre la situación en esa ciudad que hasta hace una semana albergaba 1,4 millones de personas. La ciudad, fronteriza con Egipto, sufre desde la madrugada de ayer intensos bombardeos aéreos y de artillería, mientras los tanques israelíes avanzan en dirección oeste hacia el centro de la ciudad.