Cuando Agustín Canapino estaba viviendo quizás su mejor momento automovilístico desde su arribo a la IndyCar, le llegó un baldazo de agua fría. Por segunda vez en dos años, un incidente dentro de la pista con otro piloto originó una catarata de críticas y agravios en redes sociales que no parecía tener final. Esta vez el incidente sucedió en Detroit, donde Theo Pourchaire -de Arrow McLaren- lo golpeó de costado y le arruinó gran parte de su carrera.
Desde entonces, la historia es conocida: un team radio con insultos del «Titán» y de los responsables del Juncos Holliger Racing, constantes hostigamientos hacia el europeo en redes sociales (especialmente en X e Instagram) y un contrato comercial entre los dos equipos que llegó a su fin. Hoy, pese a que viajó hasta Road America para subirse a su monoplaza, se confirmó que el arrecifeño no participará este fin de semana de la octava fecha del torneo.
Según informó el Juncos Holliger Racing a través de un comunicado, la decisión de reemplazar a Canapino con Nolan Siegel se dio por «el aumento del abuso y acoso en línea resultante de los eventos de esta semana».
En esa línea, Brad Hollinger, copropietario del equipo, dijo que «el abuso en línea es inaceptable y debemos asegurarnos de que nuestros conductores estén preparados tanto mental como físicamente cuando se suben al auto».
Si bien Canapino había viajado hasta Elkhart Lake, en el estado de Wisconsin, para prepararse para la carrera y hasta había firmado autógrafos y se había sacado fotos con los fanáticos de la categoría estadounidense, el equipo decidió darle una semana de descanso para que las aguas calmaran un poco y el tema saliera de agenda -al menos- durante un tiempo.
Recién el 23 de junio, en el circuito californiano de Laguna Seca, volverá la actividad y probablemente se puede ver nuevamente al Titán en pista.