El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, aterrizó ayer en Egipto, en un momento crítico en el que Washington trata de aumentar la presión sobre Hamás e Israel para alcanzar un alto el fuego en Gaza y garantizar que la guerra no se extienda al Líbano.
Blinken se reunió con el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, en El Cairo y luego llegó al aeropuerto de Tel Aviv desde donde se dirigió a Jerusalén para reunirse con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Durante el encuentro, Al-Sisi destacó la necesidad de poner fin a la guerra en Gaza y evitar que el conflicto se extienda, y avanzar hacia una solución de dos Estados, dijeron fuentes egipcias. Blinken lanzó un llamamiento a los países árabes para que “presionen” a Hamás para que acepte la tregua con Israel.
“Mi mensaje para los gobiernos en la región (…) es que si quieren un cese el fuego, presionen a Hamás para que diga que sí”, dijo a los periodistas en El Cairo. En respuesta, Sami Abu Zuhri, un alto cargo de Hamás, dijo ayer a la agencia de noticias Reuters que los comentarios del secretario de Estado eran “tendenciosos a favor de Israel” y que su postura es un verdadero obstáculo para alcanzar un acuerdo.