El Virus Sincicial Respiratorio (VSR) es ampliamente conocido por ser una de las principales causas de bronquiolitis en lactantes. Sin embargo, su impacto no se limita a los más pequeños; este virus también representa una grave amenaza para los adultos mayores, especialmente aquellos con enfermedades crónicas como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), diabetes, o insuficiencia cardíaca.
Estudios recientes demuestran que las enfermedades crónicas aumentan significativamente el riesgo de hospitalización en caso de infección por VSR. El asma, por ejemplo, puede incrementar el riesgo hasta 2,5 veces, mientras que la EPOC lo hace hasta 13,4 veces y la insuficiencia cardíaca hasta 7,6 veces. Estos riesgos son comparables o incluso mayores que los asociados al virus de la gripe, lo que subraya la importancia de reconocer al VSR como una amenaza potencialmente grave para los adultos mayores.
En personas mayores de 65 años o con un estado de salud delicado, una infección por VSR puede provocar neumonía y requerir hospitalización, con una estancia promedio que oscila entre tres y seis días. Hasta el 31% de estos pacientes puede necesitar cuidados intensivos, lo que evidencia la gravedad de este virus.
En la Argentina, se estima que el VSR provoca alrededor de 14.600 hospitalizaciones y 3.500 muertes anuales en adultos mayores de 20 años, afectando principalmente a personas mayores de 50 años. “Los síntomas de la infección por VSR son similares a los de cualquier otra enfermedad respiratoria y pueden variar desde un cuadro de resfriado hasta neumonías potencialmente graves, lo que hace difícil su diagnóstico”, explica el neumonólogo Diego Litewka, jefe de Neumonología del Hospital Fernández en Buenos Aires.
La subestimación de la carga viral del VSR se debe, en parte, a la falta de pruebas de diagnóstico de rutina. A menudo se asume que las neumonías tienen una causa bacteriana, cuando en realidad muchas son de origen viral. Litewka destaca que «las neumonías por VSR pueden adoptar un patrón de consolidación en hasta el 60% de los casos, haciéndolas indistinguibles de las neumonías bacterianas en estudios radiológicos».
Prevención y concientización
Para combatir esta amenaza, es fundamental que los adultos mayores y sus cuidadores adopten una postura proactiva en la prevención de enfermedades respiratorias. Mantener al día las vacunas es crucial para reducir el riesgo. Además, es recomendable evitar el contacto cercano con personas enfermas y consultar a un médico ante los primeros signos de infección respiratoria.
Litewka enfatiza que «el riesgo asociado a la infección por VSR no es ampliamente reconocido, en parte debido a su similitud con otras enfermedades respiratorias y a la complejidad de los estudios necesarios para su confirmación». Las vacunas disponibles para el VSR han demostrado ser efectivas y seguras, ofreciendo una herramienta clave en la lucha contra este virus.
En el contexto de la Semana Mundial del VSR, que se celebra desde el pasado lunes 2 y hasta el 8 de septiembre, es crucial recordar la importancia de la prevención y de la consulta médica temprana ante la aparición de síntomas. Lo que a veces se percibe como un resfriado leve puede tener consecuencias graves, especialmente en adultos mayores con comorbilidades.