El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reveló ayer el peor dato para el gobierno de Javier Milei: al cierre del primer semestre, el 52,9% de la población argentina estaba debajo de la línea de la pobreza y el 18,1% debajo de la línea de la indigencia, lo que implica un salto de más de diez puntos respecto a las cifras heredadas del gobierno de Alberto Fernández, algo inédito en la historia nacional.
En efecto, el informe publicado por el Indec marca un aumento vertiginoso de la pobreza y la indigencia respecto al relevamiento anterior del organismo, correspondiente al segundo semestre de 2023, cuando el 41,7% de las personas se encontraban bajo la línea de la pobreza y el 11,9% por debajo de la línea de indigencia. En otros términos, la pobreza subió 11,2 puntos porcentuales en lo que va de la gestión de Milei, mientras que la indigencia creció aún más, un 12%. O también implica que 6.200.000 de habitantes se sumaron al universo de la pobreza en Argentina en la era Milei, mientras que 4.200.000 entraron a la indigencia en el período, pese a los planes sociales. Se trata de los números más altos desde 2003, tras la crisis de 2001.
Sin embargo, ni el Gobierno ni Milei se dieron por aludidos por este crudo cuadro social: primero salieron a culpar “al kirchnerismo” de la situación, mientras que el jefe de Estado se mostró en el balcón de la Casa Rosada junto a la diva Susana Giménez saludando a una plaza vacía, luego de filmar una entrevista, apenas unos minutos después de la difusión del índice.
El cuadro social dibujado por el organismo oficial en base a la Encuesta Permanente de Hogares es dramático: según su relevamiento, al cierre del primer semestre de 2024 había 24.900.000 de personas (52,9%) -o 4.300.000 de hogares (42,5%)- en situación de pobreza en Argentina, que no alcanzaron a cubrir la Canasta Básica Total (CBT) de un hogar promedio, entonces de $709.318. En ese total, 8.500.000 de personas (18,1%) y 1.400.000 de hogares (13,6%) estaban también en situación de indigencia, porque no alcanzaron a cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA) del hogar, valuada en $349.073. Se trata de números similares a los registrados por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), que aseguró que durante el primer trimestre de 2024 la pobreza llegó al 54,9% y la indigencia al 20,3% de la población.
Profundizando el análisis, hay que decir que el 66,1% de los menores de 14 años (6.996.384 niñas y niños) viven en hogares con ingresos inferiores a la CBT, lo que significa que no perciben lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas, mientras que el 27% (2.849.016 niñas y niños) de la población de ese rango etario está en situación de indigencia, es decir que no acceden a cubrir sus necesidades alimenticias básicas y fundamentales. Nuevamente, las cifras se dispararon en un año, ya que en el primer semestre de 2023 la pobreza infantil era del 56,2% y la indigencia afectaba al 13,6% de los chicos: por tanto, la primera saltó 9,9 puntos porcentuales y la segunda aumentó 13,4 puntos. Prácticamente, se duplicaron.
Otro dato relevante es lo que se suele presentar como la “brecha” de pobreza y de indigencia, vale decir qué tan cerca o tan lejos están los pobres y los indigentes que viven en la Argentina de poder salir de esa situación. Esas cifras también son críticas: en promedio, en el primer semestre un hogar pobre tuvo ingresos 42,6% por debajo de lo necesario para dejar de serlo; mientras que la brecha de indigencia llegó al 33,4%.
Por otro lado, contra las excusas del Gobierno, la entidad detalló que “entre el 2° semestre de 2023 y el 1° semestre de 2024, el ingreso total medio de los hogares aumentó 87,8% frente a subas del 115,3% del valor de la CBA y del 119,3% de la CBT”.
El oficialismo culpó al kirchnerismo
El Gobierno salió a desligarse de toda responsabilidad en el crecimiento de la pobreza y la indigencia durante la gestión de Javier Milei, que fue el más abrupto de la historia nacional. Ya por la mañana, antes de que se difundiera el dato, el vocero presidencial, Manuel Adorni, salió a afirmar que “es consecuencia del populismo que ha sometido al país a tantos años de desgracias y devastación”.
“El Gobierno heredó una situación desastrosa, la peor herencia que recibió un Gobierno en democracia”, argumentó el vocero, quien aseveró que “nos habían dejado al borde de ser un país con prácticamente todos los habitantes pobres”. Por la tarde, un ejército de trolls y referentes políticos afines al Gobierno salieron a culpar al ex ministro de Economía y candidato del peronismo, Sergio Massa, de los números de pobreza e indigencia más altos en 20 años.
“Basta Milei”, respondieron desde el peronismo, desatando una verdadera guerra de consignas en las redes sociales: de un lado hashtag “Los pobres del massazo”, del otro “toda de Milei”. Por cierto, tanto el Presidente como su hermana Karina Milei subieron fotos con Susana Giménez en la Casa Rosada, totalmente ajenos a la situación.