A través de un proyecto de ley que cuenta con estado parlamentario, la bancada de la Unión Cívica Radical (UCR) impulsa crear un Ente de Control del Rigi (Régimen de incentivo a las grandes inversiones) en la provincia. Con la adhesión de Córdoba al Rigi nacional, el legislador radical Gustavo Botasso propuso la creación del ente, con participación de la oposición, para evitar el manejo discrecional de los fondos.
En los fundamentos, el autor del proyecto advierte que la conformación del órgano autárquico -que replica lo que hizo el gobierno nacional con la creación de un Comité Evaluador de Proyectos Rigi-, busca garantizar la transparencia en la aplicación del régimen en la provincia.
En Córdoba, se adhirió al Rigi nacional con medidas de estabilidad fiscal en tributos provinciales, como así también de extensión de los beneficios a otros emprendimientos que no se encuentren incluidos por la norma nacional. Además, la Provincia se reserva la potestad de incrementar los beneficios ya dispuestos por la ley nacional.
Al respecto, Botasso afirmó a Perfil Córdoba que “es necesario tener un ente no sólo de control, sino de estudios de factibilidad y de impacto, para que esos incentivos a las grandes inversiones sean bien viabilizados y en los lugares donde realmente están haciendo falta y en un orden de prioridad”. Además, el opositor señaló que su iniciativa de control “da la participación no solamente al Poder Ejecutivo, sino también al Poder Legislativo (con representación de la oposición) y de control del Tribunal de Cuentas”.
Asimismo, se propone sumar a la Universidad Nacional de Córdoba y a todos los sectores productivos en base al modelo público-privado. Por su parte, El legislador oficialista Ricardo Sosa sostuvo que no le encuentra sentido al proyecto de la UCR. “No me parece que se cree una estructura burocrática para eso. En tal caso, el Ejecutivo tiene todas las facultades”. “Crear un organismo para ver qué inversiones vienen y decirles si o no… algunos quieren regular todo”, cuestionó el oficialista al rechazar la idea de “armar una estructura burocrática, costosa, y agregando personal, para controlar las inversiones”.