En un hecho conmovedor ocurrido en la localidad de Arroyito, un efectivo policial logró salvar la vida de una bebé de un año que había perdido los signos vitales tras caer en una pileta y permanecer sumergida varios minutos en la misma.
El sargento Enrique Giménez, que se encontraba de franco de servicio, fue alertado en su domicilio por una pareja de vecinos que llegaba con su hija en brazos, sin signos vitales. De inmediato, el uniformado inició maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y, con ayuda de su esposa y otro vecino, trasladaron a la pequeña al centro médico más cercano.
Durante el trayecto, Giménez continuó con los primeros auxilios hasta lograr que la menor expulsara el agua acumulada y liberara sus vías respiratorias. Una vez en el hospital, la bebé fue atendida por los médicos y quedó bajo observación para monitorear su evolución.
El caso no terminó allí. Mientras el personal interviniente se encontraba conteniendo a los familiares de la menor en el interior del hospital, un hombre de 25 años fue sorprendido intentando sustraer un bolso médico de una ambulancia estacionada en el lugar. El suboficial procedió de inmediato a su aprehensión, y el detenido fue trasladado a la sede policial local, quedando a disposición de la fiscalía.