Pese a que la agenda global está atravesada desde hace ya largas semanas por el combate contra la pandemia del Covid-19, y los planes de gobierno quedaron en un profundo impasse en todos los niveles de gestión, la Argentina tiene a la vez que enfrentar una dura negociación de la deuda pública adquirida ante acreedores externos, que aumentó en US$ 96.602 millones en los últimos cuatro años. En la antesala a la discusión que se abrirá hoy con los bonistas extranjeros, ayer el presidente Alberto Fernández pidió a los gobernadores y legisladores del oficialismo y de la oposición que se muestren unidos” detrás de la propuesta de buena fe” del gobierno a los acreedores, de la misma manera que se exhibieron en la batalla contra el nuevo coronavirus.
Lo que más necesitamos ahora es que, así como estamos unidos contra la pandemia, estemos unidos a la hora de resolver el problema de la deuda”, dijo Fernández en un mensaje luego de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, diera los detalles de la propuesta de reestructuración de los compromisos emitidos bajo ley extranjera.
El presidente estuvo acompañado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner; el ministro Guzmán; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y el jefe de la cámara de Diputados, Sergio Massa. Siguieron el discurso los gobernadores de distintas provincias y diferentes signos políticos, algunos de forma presencial y otros de manera virtual, a través de teleconferencias. El llamado a la unidad fue el eje central del mensaje que dio el jefe de Estado. Mañana (por hoy) será un día definitorio para la Argentina porque van a saber lo que la Argentina está en condiciones de pagar y cumplir”, dijo el presidente. Consideró que tal vez esta sea la oportunidad para empezar a construir otro país, un país más justo, más solidario y más igual, un país más federal”.
Como gesto ante ese pedido, Fernández agradeció la presencia de gobernadores opositores en el encuentro que se desarrolló en la Residencia de Olivos y a los propios. Quería que todos entendamos que estamos dando un paso importante que tiene que ver cómo queremos construir la argentina del futuro”, indicó. Seguidamente, el mandatario admitió que su discurso del 1° de marzo ante la apertura de sesiones del Congreso quedó viejísimo”. No quedó nada del país del 1° de marzo, pero en aquel momento hice una gran reivindicación a la palabra y al compromiso que se asume”, recordó para luego asegurar que en la negociación de la deuda externa no estamos firmando cheques en blanco ni papeles que no vamos a poder cumplir”.
Amplio respaldo de los gobernadores a la oferta del Gobierno
Con las arcas provinciales igual de comprometidas, los gobernadores tanto oficialistas como opositores respaldaron ayer la oferta que hizo el Gobierno nacional a los bonistas extranjeros, por considerar que está acorde a la verdadera capacidad de pago” del país. Entre los mandatarios que se expresaron a favor de la oferta de una quita del 62% sobre los intereses de la deuda y una postergación de tres años estuvieron Juan Schiaretti (Córdoba); Omar Perotti (Santa Fe); Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Sergio Ziliotto (La Pampa); Gerardo Morales (Jujuy) y Rodolfo Suárez (Mendoza). Tras la reunión, Perotti expresó su apoyo total” por entender que en el éxito de esa propuesta esta la posibilidad real de estructurar una nueva etapa para la Argentina”.
A su turno, Ziliotto consideró que los acreedores deberán entender” que el país pagará la deuda con crecimiento, no con ajuste ni con hambre”. El radical Gerardo Morales, en tanto, manifestó su apoyo total a la propuesta”; al igual que el mendocino Suárez, quien señaló que el país necesita una deuda sostenible y que no sea a costa del sufrimiento de los argentinos”. Por su parte, el correntino Gustavo Valdés argumentó su apoyo porque tanto la administración central como el interior tienen dificultades, donde se combina la cuestión de los salarios, la deuda púbica de las provincias y también de la Nación”.