El Congreso de la Nación iniciará esta semana las sesiones ordinarias con tres temas que marcan un nuevo tiempo para el presidente Javier Milei plagado de desafíos: proyectos para que el Parlamento investigue la estafa con la criptomoneda $Libra; la amenaza opositora de voltear los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como jueces de la Corte Suprema; y el tratamiento del DNU que autorizará el acuerdo con el FMI.
Después de que el máximo tribunal del país rechazara la semana pasada la licencia extraordinaria solicitada por Lijo en su juzgado para asumir en el cuerpo, la oposición en el Senado busca aprovechar el envión para asestarle un fuerte golpe al Gobierno. Ocurre que se aceleraron las negociaciones entre representantes de la UCR y del kirchnerismo para convocar a una sesión especial esta semana con el objetivo de frenar los nombramientos por decreto, “en comisión”, de Lijo y García-Mansilla.
El viernes se presentaron dos dictámenes para propiciar el tratamiento de los pliegos de ambos magistrados. Uno del kirchnerismo, que logró juntar seis firmas, mientras que los senadores porteños Martín Lousteau, de la UCR, y Guadalupe Tagliaferri, del PRO, motorizaron otro que llegó a ocho firmas. Para que la iniciativa prospere y se habilite su debate en el recinto, se necesitan nueve firmas, número que la oposición descarta que alcanzará. “Hay que llevar esto al recinto. Votemos por la positiva o la negativa, pero defendamos el procedimiento ordinario”, aseveró uno de los artífices de la ofensiva.
Si efectivamente llegaran a lograrlo, la oposición quedaría habilitada para voltear las designaciones de Lijo y García- Mansilla, siempre que reúna los dos tercios de los votos del recinto en contra de sus postulaciones. Tal escenario abriría un nuevo dilema, ya que García-Mansilla ya juró como juez supremo, mientras que Lijo no pudo asumir porque la Corte le rechazó la licencia en su juzgado y le pide renunciar, algo a lo que el magistrado se resiste. Tagliaferri, presidenta de la Comisión de Acuerdos del Senado, consideró que cesaría en el cargo automáticamente, sin esperar al 30 de noviembre -cuando vence la designación en comisión de García-Mansilla-. “En mi interpretación y la de muchos constitucionalistas, inmediatamente dejan de ser jueces de la Corte”, sostuvo la senadora que presidió las audiencias públicas donde se abordó sus pliegos.
Salió a cruzarla el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien aseveró que “el rechazo del acuerdo no implica que deba dejar el cargo de inmediato. Su designación fue realizada constitucionalmente y, si el Senado lo rechaza, sigue en funciones hasta el 30 de noviembre”. Además, aseguró que “no tenemos un plan B para Lijo. Si la Corte no le toma juramento es una decisión de la Corte, el Gobierno no puede hacer nada”.
Por su parte, el juez Lijo espera que el Senado trate cuanto antes su pliego como postulante a la Corte Suprema, ya que pasó un año desde que Milei anunció su postulación pero aún no puede concretarse. Según la prensa porteña, Lijo le reveló a sus principales allegados que su decisión está tomada: cuanto antes la Cámara alta apruebe o rechace su pliego, para él será mejor. Eso sí, no está dispuesto a renunciar a su puesto en Comodoro Py para asumir “en comisión” en el máximo tribunal del país, como dispuso el jueves la propia Corte Suprema.
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