El papa Francisco falleció a los 88 años tras una fuerte neumonía bilateral, lo que marca el inicio de un cónclave de cardenales en la Capilla Sixtina para elegir a su sucesor. Durante sus 12 años de papado, Bergoglio dejó designado a cerca del 80% de los 137 cardenales que participarán en la elección. Los siguientes son los principales candidatos a la sucesión del papa Francisco.
Luis Antonio Tagle (67 años, Filipinas): ex arzobispo de Manila, actual prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Fuerte defensor de la justicia social y la inclusión.
Matteo Zuppi (69 años, Italia): arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Cercano a la comunidad de Sant´Egidio, fue enviado por Francisco en misión de paz a Ucrania y Estados Unidos.
Peter Turkson (76 años, Ghana): referente africano. Ex prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Conocido por su enfoque sobre la justicia económica y el medioambiente.
Pietro Parolin (70 años, Italia): actual secretario de Estado del Vaticano, designado por Francisco en 2013. Tiene una sólida trayectoria diplomática.
Juan José Omella (77 años, España): arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española. Fue creado cardenal en 2017.
Luis Francisco Ladaria Ferrer (81 años, España): jesuita, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Aunque no puede votar, puede ser elegido.
Raymond Leo Burke (76 años, EE.UU.): crítico severo de Francisco. Se opone a la comunión para divorciados vueltos a casar y a la apertura hacia la comunidad LGBTQ+.
Peter Erdö (72 años, Hungría): arzobispo de Esztergom-Budapest.
Se opone al acceso de los refugiados y a los cambios pastorales impulsados por Francisco.
Gerhard Ludwig Müller (78 años, Alemania): ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Crítico del papado de Francisco, sobre todo en materia doctrinal.
Willem Eijk (71 años, Países Bajos): arzobispo de Utrecht.
Teólogo tradicionalista, opositor a las reformas del actual pontificado.
Protocolo «Sede Vacante»
El Vaticano activó automáticamente el protocolo «Sede Vacante», como parte de un proceso que finaliza con la elección de un nuevo Pontífice. El primer paso tras el fallecimiento es que el camarlengo, que preside la Cámara Apostólica, confirma su muerte y sella el lugar donde ocurrió. En este caso, el Vaticano suspende todo tipo de audiencias y comienza a organizar el funeral, que se lleva a cabo entre el cuarto y sexto día posterior al fallecimiento.
En el mientras tanto, el Colegio Cardenalicio asume la administración temporal de la Iglesia católica hasta que todos los cardenales se reúnan en un cónclave. En esa reunión definen al sucesor del Sumo Pontífice, y la misma se realiza entre los siguientes 15 y 20 días después de la muerte.
Los cardenales menores de 80 años votan en la Capilla Sixtina hasta alcanzar los dos tercios necesarios para definir un nuevo Papa. La elección de un líder se da a conocer una vez que el famoso humo blanco sale de la chimenea de la Capilla Sixtina.
Una vez que el nuevo Papa acepta el cargo y elige un nombre, se lo proclama ante la Plaza San Pedro.
Luego sale balcón de la Basílica de San Pedro y da su primera bendición Urbi et Orbi (del latín «A la ciudad de Roma y al mundo»), dando así el comienzo de un nuevo ciclo en la Iglesia católica.
Misa esta tarde en la Catedral de Córdoba por la muerte del papa Francisco
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