Cada vez que el calendario marca un martes 13, no son pocos los que lo miran con cierta desconfianza. Cancelaciones de viajes, evitación de decisiones importantes o simplemente una sensación general de precaución marcan el tono del día para quienes creen en la mala suerte asociada a esta fecha. Pero, ¿de dónde surge esta creencia? ¿Tiene raíces históricas o es solo un mito cultural?
La idea de que el martes 13 trae desgracia no surge de un solo origen, sino de la combinación de dos elementos cargados de simbolismo negativo en varias culturas: el número 13 y el día martes.
El número 13 ha sido considerado de mal augurio desde tiempos antiguos. En muchas culturas occidentales, el 12 representa la perfección o el orden completo: 12 meses del año, 12 signos del zodíaco, 12 apóstoles. El 13, al ser el número que lo sigue, aparece como una transgresión a ese equilibrio. Incluso hay un término para describir el miedo irracional al número 13: triscaidecafobia.
En paralelo, el martes también arrastra connotaciones negativas. En la tradición hispánica, está asociado con el planeta Marte, dios romano de la guerra. Marte representa la violencia, el caos y la destrucción, elementos que no ayudan precisamente a mejorar la fama del día.
¿Superstición o herencia cultural?
Desde una mirada más amplia, el miedo al martes 13 no es más que una expresión cultural. Las supersticiones, lejos de ser meras creencias infundadas, hablan de cómo las sociedades construyen símbolos, buscan explicaciones a lo inesperado y proyectan sus temores.
Algunos expertos en psicología social explican que estas creencias ofrecen una forma de lidiar con la incertidumbre. En un mundo donde muchas cosas escapan a nuestro control, atribuir a una fecha o número el poder de influir en la suerte brinda, paradójicamente, cierta sensación de orden.
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