En el marco de las reformas impulsadas por el Gobierno nacional antes del vencimiento de las facultades delegadas, el presidente Javier Milei oficializó la creación de la Administración Nacional de Establecimientos de Salud (ANES), un nuevo organismo que centralizará la gestión de cinco hospitales nacionales.
El ente tendrá a su cargo los hospitales Baldomero Sommer, Alejandro Posadas, Ramón Carrillo, Laura Bonaparte y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica del Sur, y su misión será unificar los procesos administrativos, financieros y jurídicos, aunque cada hospital mantendrá su dirección médica especializada.
Según explicaron fuentes oficiales, la ANES fue creada tras detectar serias irregularidades en contrataciones, servicios tercerizados y compras de insumos en los hospitales nacionales, según revelaron auditorías realizadas dentro del Plan de Eficiencia de Hospitales. «La centralización permitirá controlar los precios, evitar sobrecostos y simplificar los procesos de compra y licitación», indicaron desde el Ministerio de Salud.
El propio Gobierno expuso casos de sobreprecios extremos, como una licitación previa a la actual gestión donde se adquirió Omeprazol a un valor 400 veces superior al precio de venta al público. Como respuesta, el Ejecutivo busca avanzar hacia la compra directa a laboratorios tomando como referencia el precio de origen, eliminando intermediarios y costos logísticos que suelen inflar el precio final.
Además, se resolvió eliminar tres institutos: el Instituto Nacional del Cáncer (INC), que ahora funcionará como una unidad interna dentro del Ministerio de Salud; el Instituto Nacional de Enfermedades Cardiovasculares (INEC), que nunca llegó a funcionar; y el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMET), cuyas tareas serán absorbidas por el Instituto Malbrán para evitar la duplicación de funciones.
En otro decreto, el Gobierno derogó la figura de las Delegaciones Sanitarias Federales y eliminó la posibilidad de crear nuevos hospitales SAMIC, como el Garrahan o El Cruce, que son centros administrados de forma compartida entre la Nación y las provincias. Los hospitales ya existentes seguirán funcionando, pero no podrán sumarse nuevos bajo esta figura.
«Los recursos son limitados y la eficiencia en su uso se ha convertido en un imperativo», señalaron desde el Ejecutivo, donde destacaron que esta reorganización permitirá un ahorro significativo y mayor control sobre los gastos, especialmente en áreas sensibles como seguridad, limpieza y alimentación.
El Gobierno anticipó que la licitación de estos servicios será conjunta para los cinco hospitales, salvo en casos excepcionales, y que esta nueva modalidad podría implicar una reducción en la cantidad de personal contratado, especialmente en servicios donde se pueden aplicar soluciones tecnológicas para optimizar recursos.
“La creación de la ANES no implica nuevos organismos, sino la consolidación de estructuras ya existentes en una única entidad descentralizada que permitirá simplificar y transparentar la gestión hospitalaria”, concluyeron fuentes oficiales.