La Corte Suprema de Brasil condenó este jueves al expresidente Jair Bolsonaro a 27 años y tres meses de prisión por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023, cuando miles de bolsonaristas asaltaron las sedes de los tres poderes, una semana después de la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva.
El fallo, dictado por la Primera Sala, determinó la culpabilidad de Bolsonaro y otros siete acusados, entre ellos exministros y antiguos jefes militares, por liderar una organización criminal armada orientada a permanecer en el poder pese a perder las elecciones de 2022. «Las pruebas permiten concluir que los acusados pretendían romper el estado democrático de derecho», sostuvo Cristiano Zanin, presidente de la sala y exabogado de Lula.
Tras la condena, los hijos de Bolsonaro, Flávio y Eduardo, rechazaron la decisión, denunciaron una «persecución judicial» y afirmaron que lucharán «hasta el fin».
Por otro lado, el juez Luiz Fux se pronunció a favor de absolver al expresidente, argumentando que la Fiscalía no probó los cargos «más allá de toda duda razonable» y cuestionó la competencia del tribunal para juzgar delitos cometidos fuera del mandato presidencial.
La sentencia marca un hito en la historia reciente de Brasil, reflejando la división entre los jueces sobre la responsabilidad de Bolsonaro en los ataques a la democracia, mientras sus seguidores denuncian un proceso «injusto» y de carácter político.
Esta decisión se suma a la tensión política en el país, donde sectores de la ultraderecha continúan movilizados y critican a la Justicia brasileña por su actuación en el caso.