Estados Unidos puso en marcha una operación militar contra posiciones del Estado Islámico en Siria, en respuesta al ataque ocurrido el pasado 13 de diciembre que provocó la muerte de dos soldados y un civil estadounidenses. La ofensiva fue confirmada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, según informó la Agencia Noticias Argentinas.
A través de un mensaje difundido en la red social X, el jefe del Pentágono detalló que las fuerzas estadounidenses activaron la Operación “Ataque Ojo de Halcón”, cuyo objetivo es neutralizar combatientes, infraestructura y depósitos de armas del grupo extremista que aún opera en territorio sirio.
Hegseth fue enfático al definir el alcance de la decisión: “No es el comienzo de una guerra, es una declaración de venganza”, afirmó, y advirtió que Estados Unidos continuará persiguiendo y eliminando a quienes considere responsables de ataques contra sus ciudadanos.
De acuerdo con información de la cadena CNN, tropas estadounidenses junto a fuerzas aliadas llevaron adelante cerca de diez operaciones coordinadas, que dejaron al menos 23 integrantes del Estado Islámico muertos o detenidos.
En tanto, medios estatales sirios reportaron que unidades militares estadounidenses lanzaron misiles desde bases ubicadas en zonas rurales de Deir al Zour, dirigidos hacia áreas desérticas del este y norte del país, en un contexto de creciente tensión regional.
La ofensiva vuelve a poner en el centro de la escena el rol de Estados Unidos en Medio Oriente y la persistencia de focos de violencia vinculados al extremismo, aun cuando el Estado Islámico perdió gran parte de su control territorial en los últimos años.
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