BRASILIA.- El nuevo presidente rotativo del Supremo Tribunal, Luis Fux, decidió que el plenario con los 11 jueces y no la Sala II de la Corte se ocupe de las apelaciones de las condenas del Lava Jato, dando así una suerte de respaldo a Moro.
La maniobra pone en dudas la anulación de las condenas contra Lula, ya que en la Sala II tenía dos de los cuatro votos, con lo cual podría garantizar la anulación del caso.