El informe presentado por la SAP en el marco de la Semana de los Derechos del Niño (20 al 27 de noviembre), mostró además que siete de cada 10 NNYA de 6 a 18 años expresaron sentimientos negativos como desánimo y aburrimiento, y 6 de cada 10 reconocieron tener miedo, ya sea por ellos mismos (24%) o por terceros (21%).
«La pandemia, la cuarentena y el abordaje del Covid-19 privilegiaron una mirada biologicista y centrada en el virus, que prácticamente anuló toda otra mirada más holística y comprensiva de la complejidad del ser humano», afirmó Jorge Cabana, expresidente de la Sociedad Argentina de Pediatría y uno de los autores de la investigación.
«Desde esa perspectiva, los NNYA son, sin dudas, los más afectados en sus derechos. En particular, ha sido vulnerado su derecho a expresar su opinión libremente sin que se tuvieran debidamente en cuenta sus opiniones en función de la edad y madurez del niño», sostuvo el secretario del Comité de Pediatría Social de la SAP y coautor del trabajo, Claudio Pedra.
Realizado a nivel nacional a través de sus Filiales y la Región Metropolitana, el estudio se propuso «relevar el impacto de la cuarentena en sus sentimientos, emociones y deseos».
El trabajo Percepciones y Sentimientos de Niños Argentinos frente a la Cuarentena Covid-19″ consistió en un estudio cualitativo con encuesta anónima abierta y previo consentimiento informado paterno y asentimiento en el caso de los niños y adolescentes de 6 a 18 años.
«En general, los niños mostraron un alto grado de conocimiento acerca de las razones de la cuarentena y sienten que sus derechos se han visto mucho más limitados que los adultos. Confrontado con la realidad, puede afirmarse que esto responde claramente a lo ocurrido», destacó el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, Omar Tabacco.
Los adolescentes fueron particularmente críticos en sus respuestas respecto del comportamiento de los adultos, en particular con el incumplimiento de las medidas de restricción.
«Las clases online si bien han pretendido brindar cierto aire de normalidad, rutina y continuidad a la educación, no han sido bien recibidas -en general- por los chicos», afirmó Cabana.
«Sienten que hay una alta demanda en una situación extraordinaria y que los tiene abrumados, perciben que la enseñanza pierde calidad y contenidos, que es socialmente injusta y ha absorbido un instrumento de diversión y esparcimiento -la conectividad online a distintos dispositivos- transformándolo en parte de sus obligaciones», agregó.
A pesar de ser «nativos digitales», los chicos «extrañan el contacto personal con sus pares» que la mediación tecnológica no reemplaza.
Los abuelos aparecen como figuras de suma importancia para los niños de todas las edades: representan cobijo, mimos y sabores.
También pudo apreciarse que las familias y los docentes han intentado garantizar la «normalidad» y contención: algunos han desarrollado herramientas con el juego o personajes de ficción para poder abordar la cuarentena.
A la pregunta «¿Hay alguna cosa que te guste hacer durante la cuarentena?», seis de cada 10 mencionó diferentes formas de juegos y actividades lúdicas -incluyendo las de pantalla (42%)-, actividades pasivas sin relación con otros (TV y series) y actividades que significan algún intercambio o relación con otros (videojuegos y redes).
De las cosas que hacían antes de la cuarentena, el 60% extraña actividades al aire libre, esparcimiento en general y deportes, sobre todo en las franjas de 10 a 14 y de 6 a 9; mientras que los más pequeños, extrañan la modificación en las relaciones afectivas (amigos y familia) y la rutina escolar.
En el grupo de 15 a 18 años, 30% extraña las actividades sociales como juntarse con amigos o ir al club; mientras que el 21% extraña todo.
Entre quienes la cuarentena les provoca «enojo», el principal motivo lo constituyen las tareas escolares (45%); pero también las medidas derivadas de la cuarentena, especialmente para el grupo de 6 a 9 años (21%).
Respecto a las tres primeras cosas que quieren hacer una vez que termine la pandemia sobresalieron los encuentros con los afectos (79%), recreación (65%), vuelta a la rutina (32%) y actividad física (28%).