Once personas fueron condenadas a entre 4 y 8 años de prisión por integrar una organización dedicada al transporte y comercialización de cocaína y marihuana en las provincias de Córdoba y La Pampa, que uno de los condenados dirigía desde un penal. La sentencia estuvo a cargo del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de Córdoba, al cabo de un debate en el que la acusación estuvo a cargo del fiscal Maximiliano Hairabedian.
El representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) detalló que la condena más elevada, de 8 años de prisión, recayó en Edgardo Coria, considerado el jefe de la organización de narcotraficantes”, mientras que recibieron 4 años de cárcel los partícipes secundarios del delito de organización para el tráfico de estupefacientes”, Camila López, Marcelo Rojas Zambello, Oscar Kadlec, Cintia Sanabria, Paola Moreno, Franco González, Daniel Amezaga, Claudio Chaves, y Diego y José Gutiérrez, quienes accedieron al beneficio de la excarcelación. Se trata de dos bandas, una de Río Cuarto y otra de la ciudad de Córdoba, la primera de las cuales dirigía Coria desde la cárcel”, manifestó Hairabedian.
Luego de un año y medio de tareas de investigación y seguimiento, se determinó que existían dos organizaciones delictivas, una con asiento en Río Cuarto (dirigida por Coria, primero desde su lugar de detención en Corrientes y, luego de su traslado, desde La Pampa) y otra en la ciudad de Córdoba, liderada por otro jefe ya fallecido, Benito Jaime.
Además, precisaron que ambas tenían una estrecha relación en la provisión mutua de estupefacientes e, incluso, algunos de sus miembros llegaron a desarrollar tareas en los dos grupos.
Entre febrero de 2017 y abril del 2018, según la pesquisa, Coria organizó la adquisición, el transporte, almacenamiento y posterior distribución de marihuana en Río Cuarto”, mientras se encontraba detenido en el Escuadrón de Gendarmería de Ituzaingó, Corrientes, y luego desde la Unidad Penal N° 4 de Santa Rosa, La Pampa.
En ese transcurso se llevaron adelante procedimientos de allanamientos con el secuestro de más de 100 kilogramos de marihuana, vehículos y grandes cantidades de dinero en efectivo. Asimismo, durante el juicio quedó acreditado que Coria comandaba la organización mediante llamadas telefónicas, utilizando celulares y también las líneas de los pabellones de las cárceles donde estuvo alojado.
El fiscal sostuvo que, a la mayoría de los acusados, no se la pudo encontrar en posesión de lo traficado al momento de su detención y que si bien esa circunstancia aparecía como una dificultad probatoria para la Fiscalía, el Tribunal acogió favorablemente el pedido de condenas.