El laboratorio Richmond anunció ayer una noticia de repercusiones históricas: hoy enviará a Rusia el primer lote de vacunas Sputnik V producidas y terminadas en Argentina. El proceso de producción requiere del control de calidad del Instituto Gamaleya y, después, de la Anmat argentina por los riesgos que implican estos medicamentos. Se calcula que todo el proceso tardará unos 20 días, tras lo cuáles estarán disponibles las primeras dosis para ser aplicadas en nuestro país.
El proceso de producción y terminación de las vacunas rusas en el laboratorio argentino de Marcelo Figueiras no es sencillo: significa congelar, descongelar, filtrar, incluir otras sustancias para equilibrar la fórmula y, lo más complejo, el control de calidad. En todo el proceso puede haber contaminación, de manera que se hace una verificación muy minuciosa de cada paso.
Como ejemplo, en el caso de los principios activos fabricados por Mabxience en la localidad de Garín, el laboratorio AstraZeneca hizo controles en Cambridge, en México, en Albuquerque e incluso se le dio participación a un control externo. Según creen en Richmond, la validación tardará unos 20 días porque los viales salen a Rusia pero la verificación no es inmediata: por ejemplo, el gobierno de Vladimir Putin extendió ahora el confinamiento una semana, de manera que no se sabe cuándo empezará el control. Para terminar, también hay un control de calidad de la Anmat, ya que el organismo regulador argentino no permite, sin su autorización, la aplicación de ninguna vacuna producida en una planta nueva sin su aprobación.
La Anmat es una de las autoridades más reconocidas del mundo, que terminará de dar su aprobación (a las vacunas). Son procesos rigurosos que se están acelerando sin dejar de cumplir con todo lo que se exige”, explicó el propio presidente de Richmond, quien adelantó que en julio empezamos a distribuir la vacuna producida acá” y confirmó que inicialmente producirán 500.000 dosis por semana, con la proyección de fabricar hasta 5.000.000 por mes. Hay mucho empeño, ansiedad y ciencia para llevarle una solución a la gente”, afirmó Figueiras, que llamó a sacar de la grieta política a la producción de vacunas: Los países que producen vacunas, vacunan; y los que no, esperan”, dijo.
Por último, confirmó que todas las vacunas que produzca su laboratorio serán para Argentina, así está enmarcado en el convenio que tiene la Nación con el Fondo Ruso”. Si Rusia le da continuidad a la cadena productiva y se incorpora la India -seguramente lo hará- y nuestros socios de ese país logran también fermentar y terminar la primera etapa del proceso podríamos tener un mayor flujo de vacunas e incrementar nuestra producción”, completó Figueiras.
El país superó las 20.000.000 de dosis
El presidente Alberto Fernández recibió ayer un nuevo cargamento de 934.000 de vacunas AstraZeneca que arribó al Aeropuerto de Ezeiza, con el cual Argentina ya superó las 20.000.000 de dosis provistas por diferentes laboratorios.
Se trata del cuarto cargamento de estas vacunas, que se suma a las 843.600 dosis recibidas el 27 de mayo, a las 2.148.600 que arribaron el 31 y a las 811.000 que llegaron en la noche del sábado, en un vuelo directo desde México.
Con ello, el número exacto de dosis recibidas por Argentina desde el inicio de la pandemia es de 20.677.145. De ese total, 9.415.745 corresponden a la Sputnik V (7.875.585 del componente 1 y 1.540.160 del componente 2), 4.000.000 de Sinopharm, 580.000 AstraZeneca – Covishield, 1.944.000 de AstraZeneca a través del mecanismo Covax y 4.737.400 dosis de AstraZeneca-Universidad de Oxford.
Aseguran que Rusia pretende construir centrales nucleares
El periodista Jorge Lanata reveló una particular teoría en su programa Periodismo para Todos (PPT), según la cuál el gobierno de Vladimir Putin facilitó las vacunas Sputnik V a la Argentina porque quiere instalar centrales nucleares de alta potencia en nuestro país. El informe reflota, en realidad, un viejo proyecto que nació hace dos décadas, refrendado en 2008 por el gobierno de Cristina Fernández para el desarrollo de una central nuclear en Argentina.
Según la especie, el ex presidente Néstor Kichner pretendía que la operación quedara a cargo del Estado argentino, por lo que el entendimiento nunca se concretó. No obstante, las bases del acuerdo siguen vigentes y se habrían actualizado a partir de la necesidad del gobierno de Alberto Fernández de conseguir el antídoto contra el coronavirus.
El propio embajador ruso en Buenos Aires, Dmitry Feoktistov, reveló recientemente que propusimos a la Argentina la construcción de una central grande, una segunda opción es la construcción de reactores medianos y como tercera opción una central nuclear flotante”.