El Senado aprobó el pasado viernes el nuevo marco regulatorio para los biocombustibles, de gran impacto en términos productivos y ambientales para Córdoba. La prórroga de ley establece nuevos porcentajes de cortes de los combustibles de origen vegetal con la nafta y el gasoil, con vigencia hasta 2030, con el que el Gobierno espera impulsar la transición energética y que tuvo disímil acogida entre los actores del sector.
Para las plantas cordobesas que se dedican a la producción de biocombustibles, era vital la extensión de la ley. Por ejemplo, es el caso de Las Chilcas”, un establecimiento productor de bioetanol, ubicado en el norte provincial, que recibió en abril la visita de legisladores cordobeses de la Comisión de Ambiente de la Unicameral. Las Chilcas”, una empresa ejemplo de la bioeconomía y la economía circular, produce granos de maíz y soja que son reutilizados para generar nuevos productos: los granos se convierten en biocombustibles.
La prórroga de la ley era clave para poder sostener la continuidad de la producción y las fuentes de empleo. En este marco, cabe recordar que los tres biocombustibles que tienen un rol crucial en la actual producción nacional son el biodiesel, un combustible sustituto del gasoil que proviene del aceite de soja; el bioetanol de caña de azúcar que es un sustituto de las naftas y el bioetanol que proviene del maíz, también sustituto de las naftas.
Luego de un extenso debate, la Cámara alta le dio el aval al Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustible. El viernes, tras la aprobación, el secretario de Energía, Darío Martínez, apoyó la nueva norma y sostuvo que gracias al trabajo realizado junto con los legisladores y los actores del sector, el país cuenta con un instrumento actualizado para asumir los desafíos de la transición energética y alentar el trabajo y la producción”.
En tanto, la nueva ley de fomento pauta un corte mínimo obligatorio de 12% de bioetanol y una eventual reducción al 9% con la nafta, mientras que para el gasoil el corte mínimo del biodiésel será de un 5%, con una eventual reducción al 3%. En el caso de la caña de azúcar, deberá contemplar un mínimo de 6% de mezcla obligatoria. De esta manera, la nueva norma reemplaza a la anterior ley de fomento de biocombustibles, que tuvo vigencia durante 15 años y que a principios de 2021 estuvo a punto de ser prorrogada por el Congreso, aunque una vez que llegó a Diputados con media sanción del Senado, dicho proyecto fue desestimado en los trabajos de comisión.
A diferencia del anterior régimen, la nueva ley establece una disminución de cinco puntos porcentuales en el corte de biodiésel con el gasoil y, si bien mantiene el corte del bioetanol con la nafta en 12%, el 6% que corresponde a bioetanol de maíz puede verse reducido a 3%. Asimismo, prevé exenciones relacionadas con el IVA, el Impuesto a las Ganancias para la adquisición de bienes de capital u obras de infraestructura y dispone que los bienes afectados no integrarán la base de imposición del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta establecido por la Ley Nº 25.063.