Durante su gira por India y Vietnam, Macri comenzó a meterse de lleno en el año electoral en el que se definirá si continúa en la Casa Rosada hasta 2023. En dos entrevistas que concedió a los diarios La Nación y Clarín, el mandatario confirmó que irá por la reelección y que ve a Cristina Fernández como su rival.
“Estoy listo para ser candidato. Soy el primero en darme cuenta de que el camino del cambio que emprendimos está comenzando. Entonces, lo peor que podría hacer es abandonar a todos los argentinos que creen realmente que hay una Argentina que se incluye en el mundo, con una mejor calidad democrática y que apuesta a las instituciones sólidas. Una Argentina donde no se miente, no se roba, y donde se ha avanzado, pero todavía falta mucho”, señaló Macri.
En ese sentido, evitó confirmar quién será su compañero o compañera de fórmula al asegurar que “no hay ninguna decisión al respecto”.
Sobre la ex presidenta y su posible candidatura, el mandatario opinó: “No es lo que visualizo yo, es lo que dice la sociedad. Nosotros no lo fomentamos. Es así, ella y su marido lideraron el país durante 12 años y hay gente que cree que un modelo aislado del mundo y basado en que el Estado le va a suministrar absolutamente todo es sostenible en el tiempo. El populismo durante un tiempo genera una fascinación porque, claro, se distribuyen todas las reservas que tiene el país. Ellos se fueron después de haber destruido todas las reservas. Todo se había consumido”.
El aumento de la inflación y la pobreza durante su gestión fue otro de los ejes de las entrevistas. Al ser consultado sobre su promesa de Pobreza Cero, Macri aseguró que este año no será más alta que la del 2018. “Más alta no creo que sea, pero similar sí. Yo ratifico que es la meta más importante. También hay que pensar que no sólo está el número que marca el Indec: hay una pobreza estructural de la que en la Argentina durante años nadie se ocupó. ¿A qué me refiero? ¿No es menos pobre aquel que hoy en el barrio ve que el narco perdió el control del barrio y no tiene que estar sometido porque las fuerzas de seguridad están presentes? ¿No es menos pobre el que ahora tiene calle de pavimento y los días de lluvia puede salir en el colectivo sin enterrarse en el barro? ¿No es menos pobre el que vive en esos más de 500 barrios que hemos urbanizado, con cloacas y agua potable? En todas esas cosas que hemos ido avanzando, se ven realidades distintas. Por supuesto, tenemos que trabajar para bajar la inflación y generar crecimiento para que se reduzca también en el bolsillo, pero no es todo igual”, manifestó.
Por otro lado, responsabilizó a la crisis global de los problemas económicos de la Argentina. “En 2018, cuando veníamos bien, las tensiones de Estados Unidos con China giran y los mercados emergentes se quedaron sin financiamiento y encima nos tocó la peor sequía en 50 años. Por eso agradezco como han bancado los argentinos y el apoyo internacional, a través del FMI, así comenzamos a salir de la tormenta. Si no hubiésemos reaccionado a la velocidad que lo hicimos, hubiésemos terminado como en 2001”, analizó.
También se mostró enojado con el reciente dictamen de rechazo a su DNU sobre la extinción de dominio por parte de los bloques peronistas. “Lo que está haciendo el peronismo habla mal de ellos. Un eje central del cambio es ponerle fin a la impunidad y que devuelvan lo que se robaron. No se trata del DNU que planteamos, porque ya iban tres años de debate en el Congreso y la verdad es que los argentinos queremos que devuelvan lo que se robaron. Esa plata son las cloacas que no tenemos, las rutas que no tenemos, la energía que nos falta”, dijo ofuscado.