Se estima que unos 4.500.000.000 de personas, es decir, más de la mitad de la población mundial, no cuentan en su casa con un sistema que elimine los excrementos de forma segura. Como si fuera poco, unos 900.000.000 de personas siguen defecando al aire libre.
Como consecuencia, 1.000.000.000 de personas toman agua que podría estar contaminada por heces humanas y el 80% de todas las aguas residuales generadas por la población vuelven al medio ambiente sin ser tratadas poniendo en riesgo a las personas cercanas.
Justamente, la celebración del Día mundial del Inodoro/Retrete/Excusado se lleva adelante para hacer visible esta situación y destacar la importancia de este artefacto tan importante para la higiene y la vida humanas.
El mejor amigo del inodoro, que se lleva el segundo puesto en inventos necesarios para el saneamiento mundial, es el papel higiénico. Este elemento básico de los baños modernos tiene miles de años y ya se utilizaba en China desde el siglo II.
Fue el consejero imperial chino de He de Han, Cai Lun, quien inventó el papel higiénico, de características similares a como lo conocemos hoy en día, aunque se estima que un prototipo anterior fue realizado en el siglo VI a. C.
En el año 589, el oficial académico del imperio, Yan Zhitui, escribió acerca de la importancia del papel higiénico, en las “anotaciones o comentarios sobre los Cinco Clásicos así como sus dichos”.
En los inicios de la Dinastía Ming entre 1368 y 1644, llegaron a registrarse 720.000 hojas de papel higiénico para el uso general de la corte imperial en la capital Pekín. También el imperio romano utilizó papel higiénico, el cual estaba hecho para los nobles y se confeccionaba con materiales parecidos a una tela.
Sin embargo, hubo que esperar hasta 1857 para que el estadounidense Joseph Gayetty inventara el papel higiénico tal como hoy lo conocemos. Según se sabe, Gayetty padecía de hemorroides y los papeles de diario que se utilizaban le provocaban un dolor insostenible. Fue en ese entonces que se le ocurrió crear este elemento, llamado “papel medicado Gayetty”.
Con los años, la industria del papel perfeccionó este material indispensable, al utilizar todo tipo de tecnologías. Ahora, se venden en el mercado más suaves, con doble o triple hoja, más absorbentes y con mayor cantidad de metros en su rollo de empaque.