Pese a los esfuerzos de mediación y asistencia encarados por la Pastoral Social Arquidiocesana de Córdoba, la situación de decenas de familias desalojadas del predio de 13 hectáreas ubicado en Juárez Celman el 1 de junio del año pasado, no ha encontrado aún una vía de solución satisfactoria. Recién ahora, a más de diez meses del triste episodio, unas 18 familias aceptaron una salida transitoria ofrecida por el Ministerio de Desarrollo Social, pero tantas otras se mantienen alojadas en la Capilla Nuestra Señora del Milagro de Salta, entre Juárez Celman y Guiñazú, a la espera de una solución definitiva a su situación.
Vale recordar que, apenas producido el desalojo que dejó a todas esas familias a la intemperie, la Pastoral Social gestionó una mesa de Diálogo con el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Córdoba para buscar una solución a la situación, a la vez que alojaba a los desplazados en la citada capilla. “Desde los comienzos del conflicto y hasta el presente se dio un proceso largo y arduo de diálogo con acuerdos y desacuerdos, con el objeto de obtener una solución digna y factible”, informó ayer la Pastoral Social, que indicó que el proceso “no fue fácil porque además de los temores y las incertidumbres de las familias, en nuestro parecer se mezclaban otros intereses que no correspondían al momento padecido”.
Ese diálogo inicial llegó a un acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Social para que “adjudique lotes urbanizados para las familias desalojadas en un barrio que está en proceso de urbanización”, recordó la organización eclesial, aunque esa solución aún está en veremos. “Demorará algunos meses, aunque ya está en gestión”, puntualizó la Pastoral Social, que indicó que la instancia de diálogo continuó hasta llegar a un parche parcial: “Se consensuó con las familias afectadas y alojadas en la Capilla una salida transitoria en la que el Ministerio de Desarrollo Social les otorga, en calidad de subsidio, recursos económicos necesarios para alquilar una vivienda digna hasta que se entreguen los lotes asignados oportunamente”, explicó la entidad, que además precisó que “también se les otorgan módulos alimentarios y ayuda para que los niños asistan a la escuela”.
Sin embargo, al día de la fecha sólo aceptaron ese ofrecimiento unas 18 familias de todas las alojadas en la Capilla: “De este modo, las familias están hoy en una situación más digna a la espera de su propia vivienda. No obstante, quedan algunas familias en la Capilla porque no aceptaron la propuesta fruto de un arduo diálogo”, puntualizó la Pastoral, que sin embargo indicó que “para dar por concluido éste proceso, hemos firmado un acta acuerdo entre las partes. Agradecemos a todas las personas de buena voluntad que se acercaron y colaboraron de diversas maneras”.