La inflación llegó al 6,7% en diciembre en España, la tasa más alta en el país desde marzo de 1992, según el indicador del índice de precios de consumo (IPC) que fue publicado ayer en un informe del Instituto Nacional de Estadística del país.
De esta manera, la tasa anual de diciembre supone un aumento de más de un punto frente a la de noviembre, que fue del 5,5%. Estos niveles de inflación se le atribuyen principalmente al aumento en los precios de la electricidad y, en segundo lugar, de los alimentos. A ello se le suma que el Banco de España ya advirtió, en su último informe macroeconómico, que la inflación seguirá subiendo durante el invierno y su descenso se iniciará recién en la primavera de 2022.
La cifra, pone en riesgo la neutralización de las medidas anunciadas por el gobierno presidido por el socialista Pedro Sánchez, que preveían según el presupuesto de 2022, subir los salarios mínimos y las pensiones. Por su parte, el líder de la oposición, Pablo Casado, considero que el alza de precios es “insoportable” y que se debe a la incapacidad del Gobierno a la hora de gestionar la crisis y los fondos europeos.
Sin embargo, cabe aclarar que este no es solo un fenómeno español, sino que para noviembre la inflación de la eurozona llegaba a 4,9% el nivel más alto desde que se impuso el euro como moneda única en 1999. Desde el Banco Central Europeo, los aumentos encuentran su origen en las circunstancias excepcionales creadas por la pandemia y, según sus proyecciones, esperan que caiga un 2% a partir de 2023.