La coalición de Gobierno entró ayer en una crisis sin precedentes en medio de la negociación del acuerdo final con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la renuncia del diputado Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos (FdT), por sus diferencias con el entendimiento planteado por el Ejecutivo nacional.
Si bien el hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y líder de La Cámpora aseguró que continuará en la bancada oficial para “respaldar al presidente” Alberto Fernández, su dimisión abre un abismo en el oficialismo de consecuencias imprevisibles, ya que no sólo expone un enfrentamiento con el sector más duro del kirchnerismo sino que también pone en duda la aprobación del acuerdo con el FMI en el Congreso de la Nación, requisito para que pueda ser puesto en práctica.
“He tomado la decisión de no continuar a cargo de la presidencia del bloque de Diputados del FdT. Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el FMI”, afirmó Kirchner en una carta pública, donde tomó distancia de Fernández y de su ministro de Economía, Martín Guzmán, al destacar que el acuerdo “fue llevado adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación, a quien nunca dejé de decirle mi visión para no llegar a este resultado”, enfatizó.
En ese sentido, argumentó que “sería más que incorrecto aferrarse a la Presidencia del Bloque cuando no se puede acompañar un proyecto de una centralidad tan decisiva en términos del presente y los años que vendrán” y negó que ejerza “presión”, ya que “eso lo hace el FMI”, aseveró. “Algunos se preguntarán qué opción ofrezco. En principio, llamar a las cosas por su nombre: no hablar de una dura negociación cuando no lo fue y mucho menos hablar de ‘beneficios’. La realidad es dura. Vi al presidente (Néstor) Kirchner quemar su vida en este tipo de situaciones”, enfatizó Máximo en uno de los párrafos más duros, ya que contradice la narrativa oficial respecto al preacuerdo alcanzado.
Horas antes, de hecho, distintos funcionarios del gobierno nacional habían salido a reafirmar que el acuerdo con el FMI no traerá aparejado ningún ajuste laboral ni previsional, y aseguraron además que se aumentará en un 60% este año el gasto en capital que se emplea para mejorar la capacidad productiva del país. La carta de Kirchner hecha por tierra con la defensa del entendimiento sellado con el Fondo ensayada por el Ejecutivo, a la vez que pone en duda su suerte en el Congreso.
“Permaneceré dentro del bloque para facilitar la tarea del Presidente y su entorno. Es mejor dar un paso al costado para que, de esa manera, él pueda elegir a alguien que crea en este programa del FMI, no solo en lo inmediato sino también mirando más allá del 10 de diciembre del 2023”, agregó de hecho Kirchner, sugiriendo que su alejamiento podría derivar en una escisión de cara los comicios del año próximo. Sin embargo, por ahora, tanto en la Casa Rosada como en La Cámpora aseguraron que no habrá más salidas, renuncias ni rupturas.
Fernández aseguró que “no habrá ruptura”
El presidente Alberto Fernández salió anoche a negar la existencia de una crisis terminal en el Frente de Todos (FdT) a partir de la renuncia de Máximo Kirchner (ver principal), al aseverar que el propio diputado “me dijo que no va a haber ruptura ni nuevas renuncias” en la alianza gobernante.
En una entrevista televisiva, Fernández confesó que “el miércoles pasado Máximo me contó sus diferencias con la negociación con el FMI y esta tarde me llamó para anticiparme su renuncia. Traté de convencerlo de que no lo haga pero me dijo que estaba convencido de que eso era lo mejor para él, así que no tenía sentido impedirlo”; a la vez que aseguró que la vicepresidenta Cristina Fernández tampoco está de acuerdo con la decisión de su hijo. “(Máximo) me dijo que lo habló con Cristina y que tampoco estaba de acuerdo”, aseveró Fernández, que además admitió que “Cristina también tiene sus matices con el tema del Fondo. Pero el Presidente soy yo y hay un punto en el que tengo que tomar las decisiones y que tengo que resolverlo. Yo estoy convencido de que tomamos el mejor camino, estoy seguro de eso”.
“Ningún acuerdo con el Fondo es bueno”, aclaró Fernández, “pero de todos los acuerdos posibles este es el mejor”, enfatizó. Por otro lado, desde la oposición calificaron de “irresponsables” al oficialismo por la renuncia de Kircner. “Máximo Kirchner acaba de mostrar la fractura expuesta del FdT que vengo advirtiendo hace dos años. No tienen un programa común y solo se unieron para conquistar el poder. Esta falta de coincidencias no han hecho más que generar incertidumbre desde que están en el gobierno”, aseveró el senador de la UCR Alfredo Cornejo.
Dujovne defendió el crédito que tomó Cambiemos
Tras una larga ausencia en el ámbito público, el ex ministro de Hacienda de Cambiemos, Nicolás Dujovne, volvió a aparecer para defender el pacto sellado por el gobierno de Mauricio Macri con el FMI. A pesar de admitir que el país no contaba con fondos para pagar la deuda contraída por Cambiemos, el ex funcionario –y encargado de negociar el crédito- aseguró no estar arrepentido de haber acudido al FMI. “Los problemas de la Argentina son muy grandes y estructurales y el Fondo, del cual Argentina es un país miembro, nos estaba ayudando a resolver los problemas con un costo menor que si no hubiéramos tenido esa asistencia”, argumentó Dujovne, quien acotó que “con el diario del lunes uno tiene un motón de cosas para corregir, pero creo que el rumbo era el adecuado”. Consultado por el destino de los 44.000 millones de dólares prestados por el organismo multilateral, el ex ministro negó que el dinero se haya “evaporado” en la fuga de capitales, y justificó su uso en el pago de “deudas”, mientras se mejoraba “la posición fiscal e íbamos pasando del enorme déficit que heredamos al superávit”. Finalmente, mencionó la falta de apoyo a Cambiemos en las elecciones de 2019: “Hay una crítica a la sociedad argentina que no acompañó la continuidad de un programa que nos estaba llevando a resolver problemas estructurales”, remató Dujovne.