Por Francesca Bottaro Castilla (especial para HDC)
La voz de Gonzalo Santile se torna suave cuando nombra las palabras nebulosa, estela, hidrógeno alfa.
Hace parecer cercano algo que se encuentra a millones de kilómetros.
Cuando el astrofotógrafo hizo click para capturar el cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), popularmente conocido como “el cometa del siglo”, en San José de Las Salinas (Córdoba) y vio por la pantalla de la cámara lo obtenido, se decepcionó.
“Hice esa foto en un horario muy cercano a la salida del amanecer y apenas se veía el cometa”, recuerda en una entrevista a HOY DÍA CÓRDOBA.
Sin embargo, cuando llegó a su casa y procesó la foto, el cuerpo celeste apareció.
El cielo le habló. Y Santile escuchó.
Córdoba: cuna de los mejores cielos
Luego de unos días, el fotógrafo se enteró que la Nasa compartió en la cuenta oficial de su Instagram sus fotografías.
Aquello que pareció comenzar como una noche oscura, terminó siendo un cielo despejado.
Si bien no es la primera vez que la agencia espacial estadounidense publica alguna de sus fotos (ya compartieron más de 15), Santile define este echo como “un halago”, sobre todo para alguien que “hace esto como hobby”, ya que su trabajo diario es de administrador de empresas.
“De las cientos de fotos que reciben todos los días, eligen las mas destacadas del día o de la semana y la mía entró como una de las destacadas, así que estoy muy contento”, reconoce. Luego se enteró que esa foto concursará en los Premios Mundiales de Fotografía de Sony.
“El hemisferio norte generalmente tienen la exclusiva y primero ven ellos los cometas. En este caso, fue al revés, entonces apenas tuve la foto procesada, la envié a la Nasa”, cuenta.
El astrofotógrafo, oriundo de Buenos Aires y que actualmente vive en Villa Carlos Paz, registró el paso del cuerpo celeste en dos puntos estratégicos de la Argentina: El 29 de septiembre a las 6 am en Cafayate (Salta) y cinco días después, en el mismo horario, en San José de las Salinas (Córdoba).
“Primero viajé a Cafayate para tener buenos encuadres y colores con las montañas del lugar, luego, de regreso a mi ciudad, me quedé en San Jose de las Salinas para fotografiarlo en ese mar de sal y es allí donde apenas lo pude captar, bien bajo en el horizonte, pero coronado por uno de los brazos de nuestra galaxia y la época del Gran Cazador, Orion”, cuenta.
“No es un cometa que pase de forma periódica. De hecho, fue catalogado ‘cometa del siglo’ por la composición y la luminosidad que tiene”, dice Santile y agrega: “Está formado por roca y hielo y era muy luminoso, yo podía ver la estela de la cola a simple vista”.
“Los cielos de nuestro país son muy lindos. Y el cielo de San José de las Salinas, es el mejor cielo de los que conozco en el pais”, manifiesta el astrofotógrafo.
La gran diferencia entre las fotografías logradas en ambos puntos del país reside en que en la imagen de Córdoba contiene otros cuerpos celestes: “Si bien en la foto que saqué en las salinas se ve menos el cometa, lo pude capturar con el arco de la vía láctea en donde aparece Orión, las Tres Marías y otro tipo de nebulosas”, explica Santile.
Un neófito en el espacio: los comienzo de Santile
El fotógrafo argentino comenzó sacando fotos en cumpleaños y cuando salía de vacaciones.
“No tenía idea de cómo manejar una cámara reflex”, confiesa.
Su afición por las fotografías del cielo fue de casualidad.
Corría el año 2017 y el cielo de El Durazno (en el departamento Calamuchita) fue testigo de esa primera imagen -totalmente oscura- que Santile le tomó al cielo.
“Se veía todo oscuro porque le saqué con flash”, recuerda y agrega: “Luego aprendí con un tutorial cómo sacarle fotos a las estrellas, y fue ahí que obtuve mi primera foto del cielo, ya después me fui perfeccionando”.
Luego de ese evento, comenzó una sucesión de premios, entre los cuales podemos mencionar: en 2017 fue reconocido dentro de los 100 mejores fotógrafos del año en el concurso 35 Awards Rusia; un año después, en 2018, ganador de La Fénix Troyana España; en 2019 llegó a ser finalista de Epson Pano Awards; en 2022 obtuvo el segundo lugar en la categoría abierta del Mundial de Fotografía auspiciado por Sony; en 2022 y 2023 quedó seleccionado como Fotógrafo del año de la Via láctea por Capture the Atlas; y en 2023 quedó ubicado dentro de las cinco mejores fotos de National Geographic España. Además, sus imágenes fueron publicadas en BBC y The Times Londres.
El lenguaje de los astros
Como un felino, el fotógrafo se lleva muy bien con la noche. Sabe cómo acostumbrar sus ojos para ver en la oscuridad, tiene agilidad a la hora de pisar y su oído se agudiza para entender el idioma del entorno que lo rodea.
El astrofotógrafo tiene un trabajo muy solitario – ¿se sentirá acompañado por la inmensidad del firmamento? -, nadie más que el cielo y su cámara lo acompañan en su cacería de estrellas.
Busca el encuadre perfecto, realiza los ajustes necesarios de la cámara, y espera pacientemente a que el cielo hable. No se sienta. Está entre 5 y 6 horas de pie, esperando, observando, sintiendo la gran bóveda celeste.
“Tenes que ser muy paciente porque esto no es llegar, disparar y ya está. Tenes que enfocar, buscar el encuadre, ir de día para ver a qué le vas a sacar la foto, y ver cómo se encuentra el cielo. Porque el cielo está ahí pero vos necesitas que esté despejado, si se nubla no podés hacer nada”, explica el galardonado.
“Yo generalmente voy a lugares en donde no hay señal de celular, porque tienen que ser lugares alejados de la ciudad para que la luz no interrumpa la foto”, explica Santile, quien utiliza una cámara Nikon D750 astromodificada.
Un click a la velocidad de la luz
¿Cómo se logra abarcar la inmensidad del cielo?
Santile mira para arriba y espera.
El tiempo del cielo es diferente al tiempo terrestre.
Ahí arriba no existe la velocidad.
Y el paso del tiempo se mide en luz.
Sin embargo, Santile tiene un aliado cuando de inmortalizar rincones del cielo se trata: el click.