La agencia espacial de China (CMSA, por sus siglas en inglés) confirmó la caída de los restos del cohete espacial 5B-Y3, ocurrida el sábado, al sureste de Filipinas. Sin embargo, aclararon que gran parte del aparato se desintegró al ingresar a la atmósfera terrestre.
Además, la agencia negó las acusaciones de la NASA sobre la presunta falta de información sobre la trayectoria específica de descenso.
«El cohete ‘Larga Marcha’ comenzó la reentrada el sábado a la tarde sobre las aguas al sureste de la ciudad filipina de Puerto Princesa en la isla de Palawan», según el comunicado de la CMSA.
Bill Nelson, el administrador de la agencia espacial de Estados Unidos (NASA) usó su cuenta de Twitter para acusar a China de no compartir «información específica de la trayectoria» de reentrada.
«Todas las naciones que realizan actividades espaciales deben compartir este tipo de información con anticipación para permitir predicciones fiables sobre el riesgo potencial de impacto de escombros, especialmente de vehículos pesados, como el ‘Larga Marcha’, que conllevan un riesgo significativo para la vida y la propiedad», escribió en su twitt.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, desmintió estas acusaciones y aseguró que China lleva días siguiendo de cerca el proceso de reentrada, antes de puntualizar que «China siempre ha buscado el uso pacífico del espacio de acuerdo con las leyes internacionales y la práctica consuetudinaria internacional».