Lo que llamamos Cambio Climático (CC) no es otra cosa que un poderoso aviso de la “destrucción ambiental” que estamos haciendo, y que inevitablemente nos pone al alcance de una situación irreversible. Es muy impresionante escuchar al flamante presidente de EE.UU Donald Trump (y a muchos otros como nuestro Jefe de Estado Javier Milei), negar y desdeñar lo que ya podemos ver en todo el mundo, con extraños y cada día más frecuentes fenómenos meteorológicos devastadores. Según estos “líderes mundiales”, las evidencias de la autodestrucción no existen y entonces aceleran a máxima velocidad con la extracción abusiva de los escasos recursos naturales que quedan, y con el único propósito de satisfacer sus negocios y sus mesiánicas intenciones de poder. A este paso, es casi seguro que nuestra Tierra NO soportará tanto desquicio. La última pandemia de Covid ya nos mostró cuan frágiles somos como especie. Podríamos decir entonces, que estamos jugando con fuego mientras nos hacemos los tontos y cultivamos una inconsciencia bochornosa. ¿O acaso no sabemos que el 2024 fue el año más cálido desde que se registran las temperaturas en nuestro planeta? Es muy impactante ver el mapa mundial con todos los continentes pintados de rojo y naranja con valores térmicos altísimos. Lamentablemente todo indica, que el registro del año pasado podría ser superado por el de este y los de los próximos años.
La Doctora Cecilia Estrabou es una permanente defensora de nuestros ecosistemas, y su voz debería ser más escuchada que nunca en la actual emergencia. Bióloga recibida en nuestra Universidad Nacional, es docente, investigadora y asesora siempre dispuesta a ayudar a quienes luchan para preservar nuestro ambiente. Con una extensa experiencia e impecable trayectoria, bien vale la pena entonces consultarla sobre la actual situación ambiental, y sobre lo que podría pasar.
¿EXAGERAMOS CUANDO DECIMOS QUE LA ACTUAL SITUACION AMBIENTAL ES MUY COMPLICADA?
Para nada. No tengo dudas que transitamos por una etapa dramática, con un cambio climático mayormente generado por nosotros. El aumento de la temperatura global ya alcanzó 1,28 grados, muy cerca de los 2 que se considera el límite para que los ecosistemas se puedan eventualmente recuperar. Para que se entienda mejor, estamos “a nada” de cruzar una línea que marcará un camino de no retorno, de imposible recomposición. De hecho ya es alarmante la extinción de tantas especies, y de múltiples ecosistemas tan cerca de no poder regenerarse con los equilibrios hídricos y climáticos al borde de la ruptura. Por lo tanto no exageramos al decir que la situación es extrema.
¿POR QUÉ ESTÁN OCURRIENDO FENÓMENOS CLIMÁTICOS TAN LLAMATIVOS EN DIFERENTES PARTES DEL MUNDO?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), elabora evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el fenómeno, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta. Manifiestan que el CC agudiza los procesos que se dan en cada lugar del planeta. Por ejemplo en zonas con algunas nevadas, o sequías, o tormentas anuales, ahora se están profundizando y entonces lo que era habitual se vuelve incontrolable. Pero debemos consignar además, que el cambio climático generado por actividades humanas, comenzó con la producción y liberación a la atmósfera de monóxido de carbono y otros gases contaminantes. Esto provoca el calentamiento de la tierra por parte del sol, la aparición del Efecto Invernadero y un aumento en la temperatura de los mares, con el consecuente sobrecalentamiento que estamos sufriendo. Ya pasaron demasiados años desde el inicio de la revolución industrial (alrededor del año 1750) con una tendencia creciente en el uso de combustibles fósiles, y que por lo visto no están urgidos en revertir los países del hemisferio norte que son las grandes potencias industriales del planeta. Por supuesto de no revertir todo esto, el pronóstico es muy malo, a pesar de tanta gente y organizaciones mundiales que están concientizando, alertando y “haciendo lo imposible” para pensar en un futuro con vida digna.
¿CÓMO ES LA SITUACIÓN AMBIENTAL EN ARGENTINA Y EN CÓRDOBA?
Es mala. Tomemos como ejemplo paradigmático la destrucción del bosque nativo. Acá en Córdoba estamos discutiendo si queda el 1 o el 2%, o sea si queda algo o casi nada, y esto se debe mayormente a la expansión de la frontera agropecuaria, que influye sobre el clima, los ciclos del agua, el carbono y el nitrógeno en la biósfera, las emisiones de gases causantes del efecto invernadero y la biodiversidad. A este proceso se suma la contaminación por agroquímicos, resultante de un modelo productivo con tendencia al monocultivo de soja, lo que ha contribuido a agravar un escenario que aporta al CC y con un fuerte impacto social. Por eso una medida necesaria para mitigar estos efectos negativos sería recuperar la cobertura del bosque para evitar escenarios extremos. Entre los beneficios que genera se destaca la creación y retención de suelos, mantenimiento del ciclo del agua, de nutrientes, del aire, conservación de la biodiversidad, control climático local y regional, barrera de vientos, depuración de contaminación ambiental, producción de alimentos y materias primas y trabajo directo e indirectos para poblaciones.
¿Y CUÁL ES EL IMPACTO DE LA CONSTRUCCIÓN DE CASAS Y BARRIOS CERRADOS EN LAS MONTAÑAS?
La proliferación de countries en las Sierras han provocado la pérdida de miles de hectáreas del ecosistema autóctono. Pero además se han construido rutas y autovías sin los mínimos cuidados y con consecuencias irreversibles, como por ejemplo el Camino del Cuadrado, que fue mal diseñado (sobre el nacimiento de una cuenca hídrica), por lo que hay que repararlo frecuentemente con un gasto impresionante de dinero. Otro problema es que gran parte de las especies que ocupan nuestros ecosistemas son exóticas y consumen mucha agua y por lo tanto agravan el clima semiárido de nuestra provincia. Basta ver la cantidad de especies como las moras, los pinos, los siempre verdes, las acacias negras, que no son nuestras y absorben casi toda el agua de las lluvias. Allí tendría que haber molles, talas, algarrobos y tantas otras especies nativas, con espinas y características morfológicas para evitar la pérdida de agua. En Córdoba necesitamos cada gota de agua, y resulta que después de tanto daño ambiental, ahora necesitamos que llueva el doble. Estas lluvias suelen ser fuertes y torrenciales ahora, y por la falta de cobertura vegetal arrasan con el suelo y llevan las cenizas de los incendios a los ríos y contaminándolos. La recurrencia sistemática de estos siniestros accidentales e intencionales, se fortalece año tras año porque las zonas afectadas producen mucha masa vegetal herbácea en poco tiempo, lo que favorece la aparición de nuevos incendios. El bosque nativo adaptado en su morfología y fisiología a consumir poca agua genera un “efecto esponja” beneficioso y necesario para llenar nuestras cuencas. O sea, cuando llueve, el agua se encuentra con la copa de los árboles, arbustos y herbáceas y así no erosiona ni desgasta el suelo; pero además penetra la tierra con suavidad y así se dirige lentamente hacía los ríos, arroyos y lagunas. De este modo podemos tener provisión de agua en los meses más secos, durante el invierno.
O SEA…TAMBIÉN NOSOTROS ESTAMOS MAL
Sin dudas. Todos los informes ambientales son desalentadores. Además se están derritiendo los hielos continentales y polares y está subiendo el nivel de los mares. En la provincia de Buenos Aires ya están sufriendo sudestadas cada vez más potentes, y con inundaciones que irán en aumento. Lo mismo podemos decir de la zona de Cuyo cada vez más afectada por la sequía y la aridez. El CC genera modificaciones negativas y acá en Córdoba también las padecemos en eventos extremos como lluvias concentradas e inundaciones versus sequías prolongadas, tormentas de tierra, salinización e importantes amplitudes térmicas, todo lo cual favorece a una desertificación que ya es notable en la provincia.
A PROPÓSITO DE LA FALTA DE AGUA…¿QUÉ OPINA DEL PROYECTO PARA TRAER AGUA DESDE EL RÍO PARANÁ?
Una locura… porque lo que tenemos que hacer es cuidar nuestras cuencas y “esponjas”, es decir, priorizar el cuidado y producción de nuestra agua, algo que hoy no estamos haciendo. Pero además desviar agua desde el Paraná también implicaría un deterioro del ecosistema de allá, y como si fuera poco en contra de la pendiente, ¿Cuánto nos costaría traer esa agua?
¿LOS ANIMALES SUFREN EL MISMO IMPACTO QUE LOS ÁRBOLES Y LAS PLANTAS?
Totalmente. Nosotros tenemos ecosistemas chicos y entonces vemos zorros y otros animalitos “perdidos” en barrios cerrados que fueron su hábitat. Ni hablar de la fauna atormentada por los ruidos y los autos que los atropellan en los nuevos caminos. Fijate nomás lo que pasa con los carpinchos en el Nordelta, con una urbanización invasiva que termina por provocar extinciones en la frágil cadena natural de todas esas especies. Pero además no olvidemos las fumigaciones con el glifosato y otros herbicidas y plaguicidas, con normativas que no se cumplen y que en nombre de la producción agropecuaria contaminan no sólo los campos sino también las ciudades.
¿A QUÉ SE LE LLAMA “ISLA DE CALOR”?
A los pueblos y ciudades que con tanto cemento y gases combustibles generan calor y que no alcanza a eliminarse durante las noches. En nuestra ciudad la falta de árboles es alarmante, y solo nos queda la Reserva San Martín como único pulmón. Además en el Parque Sarmiento hubo poca renovación de árboles añejos y con poca fotosíntesis, y por lo tanto solo es un pequeño “parche verde”. Por eso en los barrios con árboles, la temperatura disminuye algunos grados. Pero te podría decir que la Córdoba de hoy es desde lo ambiental, una ciudad hostil para vivir.
SI PUDIERA TOMAR DECISIONES POLÍTICAS EN FAVOR DE NUESTRO AMBIENTE, ¿QUÉ HARÍA?
En primer lugar revisaría las propuestas del Panel Intergubernamental del Cambio Climático donde ya definieron algunas medidas a tomar según la diversidad de ecosistemas y para frenar el cambio climático. O sea ya hay recomendaciones a los gobernantes, y ya sabemos que hacer según los casos. Por ejemplo, y como una prioridad, la recuperación del Amazonas que es vital para regular el clima global del planeta. Pero también la descontaminación de los plásticos en el mar que están matando a las especies marinas y que también nos llega a nosotros. De hecho, estudios de la UNC han confirmado el hallazgo de microplásticos en pulmones de habitantes de nuestra ciudad. Por lo tanto, es urgente la purificación de la atmósfera para reducir el efecto invernadero, y la toma de conciencia de los vecinos para plantar árboles y multiplicar las plantas que nos ayuden a respirar un aire más limpio y puro. En síntesis, necesitamos acciones prioritarias para intentar salvar a la Tierra, incluso con la posibilidad cierta de lo que algunos científicos llaman “la sexta extinción” con la increíble particularidad que somos los humanos inteligentes los que estamos matando a nuestro ambiente y por lo tanto, a nosotros mismos. Para que todo el mundo lo entienda: “es ahora o ahora…y no tenemos ningún Plan B”