Sabido es que muchas sentencias son apeladas para que en segunda instancia las revise el Superior Tribunal, ya sea confirmándolas o no. En el ámbito de los siniestros viales, se esperan dos resoluciones de casos resonantes. En octubre de 2021, la Cámara Séptima del Crimen condenó en un juicio abreviado y a cárcel condicional a dos jóvenes que, en diciembre del año 2016, corriendo una picada en Villa de Santa Rosa de Río Primero, provocaron la muerte del niño Mateo Aguirre, chocado por uno de los condenados, Nahuel Ghione, y condenado a tres años en suspenso; el otro acusado, Axel Perez recibió un año y seis meses. Ambas condenas fueron reprobadas por los familiares de la víctima y la comunidad del pueblo, ya que resultaron de un acuerdo entre el abogado defensor y el fiscal de la Cámara Sergio Ruiz Moreno, y sin el consentimiento de los padres de Mateo.
El otro juicio, el de la Tragedia de la Circunvalación, terminó con la primera condena en nuestra provincia por homicidio simple con dolo eventual, a nueve años de prisión para Alan Amoedo. Recordemos que manejando de manera imprudente y después de horas de alcohol, drogas y caravana, Amoedo chocó a dos vehículos estacionados en la banquina y mató a Sol Vignolo y a Rodrigo Burgos. La única sobreviviente, con importantes secuelas, fue Fernando Guardia, quien se convirtió en la testigo fundamental del juicio. De ratificarse la condena impuesta por la Cámara Novena del Crimen, se confirmará una bisagra que servirá para avanzar en una discusión jurídica compleja sobre el límite de lo culposo y lo doloso para lo que muchos llaman crímenes viales.
La Sala Penal del Alto Cuerpo se apresta a resolver en las próximas semanas o meses, seguramente antes de fin de año, y que no quepan dudas: se trata de dos resoluciones que serán leídas con lupa.