En la Cámara Décima del Crimen, comenzó el juicio a Edgar Adhemar Bacchiani, un pintoresco personaje catamarqueño cuyo rostro tiene algún parecido al del cantante de La Mosca, Guillermo Novellis y cuyo caso de presuntas estafas piramidales se hizo mediático poco tiempo después del de Generación Zoe y Leonardo Cositorto. Es muy probable que la audiencia prevista para mañana y en la que Bacchiani supuestamente iba a hablar ante los jueces Palacios Laje, Centeno y Rojas Moresi, se suspenda o se postergue porque quienes eran sus representantes hasta ayer, Ricardo Moreno y Jorge Sanchez del Bianco renunciaron por “diferencias insalvables con la estrategia defensiva”. Ahora, el imputado deberá nombrar a un nuevo defensor en este juicio en el que se lo acusa de 49 estafas, según la investigación hecha por la fiscal Rissi y cuya acusación en el proceso llevará adelante el fiscal Arocena.
Cuando la semana pasada fue consultado sobre sus datos personales, reconoció que posee catorce propiedades entre casas, lotes y campos, uno de ellos de 4000 hectáreas en Catamarca. También dijo que las compró en sólo 3 años, entre el 2019 y el 2021, como así también cinco autos de alta gama que ya no tiene. Recordemos que de acuerdo a la imputación, Adhemar Capital captaba inversionistas que aportaban importantes sumas y por las que iban a cobrar intereses de entre el 13 y el 22% mensual en dólares. Se estima que el prejuicio ocasionado en Córdoba ronda el millón de dólares y 370 millones de pesos, y las estafas se consumaron entre el 2020 y 2022, con aportes en blanco y en negro.
Es posible que en su defensa, Bacchiani culpe al ex gerente de la empresa, Augusto García Alaimo, quien se encuentra prófugo. Asegura que son sus socios quienes se quedaran con el dinero de los estafados, y que si no lo devuelven, entonces él “los mandará al frente”. Recordemos que actualmente está en un proceso de quiebra y de verificación de acreedores, previo a la liquidación de bienes para al menos, pagar parte de lo adeudado. Eventualmente, también podría reclamar que lo ocurrido se resuelva en una instancia civil y no penal.
Lo cierto es que Bacchiani, a priori, está muy complicado porque además tiene cuentas pendientes en Catamarca. El otro día y antes de la primera audiencia, socarronamente alguien dijo: “Le esperan varios años de cárcel. A este ni Superman lo salvará”.