Dubai, Caracas, Bielorrusia, Sinaloa, Villa Devoto, La Habana, Bella Vista, Ezeiza, Punta del Este, La Plata, Luján, Dubai de nuevo. La omnipresencia le imponía a Maradona estar siempre en otro lado, contradictoriamente, en continuo tránsito: Diego, una variable más dentro de la administración de las rutas aéreas y la economía planetaria. Maradona, el no-lugar.
Como ha escrito Juan José Becerra, permítanme citar, no hay lugar para el que baja de la cima”. Imposible ser” Maradona. Imposible estar” Maradona. Sin embargo, a alguien le tocó encarnar a Maradona, y esa parece ser la tragedia.
El espectáculo de no poder ser se muestra para goce de todos, en las tapas de revistas y en la televisión.
Si progresás te critican; si te la gastás toda, sos un mal ejemplo. Yo puedo hablar de sueños irrealizables. Ahora que los puedo cumplir, ¿qué quieren que haga? ¿Qué vuelva a la villa?”.
Su escape en espiral evoca la huida de un fantasma, alguien al que no se le permite ser y tampoco estar. Fue así como terminó muriendo, solo y hondamente deprimido, sin nada propio alrededor, con un baño químico en la habitación, en un impersonal country del norte conurbano.
Un fantasma, nuevamente: la sensación que deja el último video en el que se lo ve con vida. La incredulidad del pibe al ver cómo los enfermeros lo ayudan a arrastrarse, a duras penas, en el no menos fantasmal barrio cerrado de San Andrés, en Tigre.
El artista Mauro Valenti ha explotado la imposibilidad de reducir a Maradona. Construyó una hermosa, brumosa biografía visual. 10×60”, publicada por Firpo Casa Editora, es una edición de colección, un bello objeto que está pronto a agotar su primera edición.
Valenti vive en La Plata. Pudo conocer a Maradona cuando éste dirigió a Gimnasia y Esgrima, período en que la estrella se apagaba. Le entregó en mano la pintura donde Diego está junto a su madre Tota, quien sí conserva en la obra sus rasgos definidos. Lo entendiste todo, pibe. Mi vieja fue la única que me quitaba imagen”, le dijo.
Cómo trabajar sobre el espectro de una figura repetida infinitamente, anclada incluso en la memoria visual de quienes adolecen del fútbol, multiplicada en todos los formatos y, por ello, a esta altura ya imposible de definir, detener, capturar.
El rostro de Maradona es nuestro propio rostro. Es la cifra que cada uno de nosotros sueña, idealiza, y de la que al despertar restan contornos nebulosos, pistas falsas.
Son dos manchas, tres gestos, vos sabés que es Maradona, pero es el Maradona que cada uno completa”, dice Valenti a HOY DÍA CÓRDOBA.
El artista trabaja en una imprenta, en Tolosa. Como decisión estética, ha optado por trabajar con materiales sobrantes, residuales: cartones, maderas, márgenes de resmas, papel resultante del proceso editorial. Es indudable la potencia de poner estas” imágenes sobre estos” materiales. Tela cruda, algunas veces deshilachada, texturas rústicas que acompañan el nervio de las imágenes.
En diálogo con HDC, Mauro Valenti traza su opción sobre texturas y soportes y habla acerca del resultado final.
– ¿Cómo fue desarrollándose la obra sobre estos soportes y qué sentido y relación guardan con la emoción que las imágenes expresan?
– Valenti: Yo fui a la universidad durante el período de Menem: en base a la carencia empecé a agudizar el ingenio para ver qué podía hacer con lo que encontraba. A la larga también empezás a pensar en los soportes mismos, en la historia de los materiales. En una época trabajaba en el Teatro Argentino y cuando sobraba tela o algún pedazo de tapete o alfombra, yo los rescataba y respetaba la historia de esos materiales. Esa carencia te da recursos para contar lo que querés contar, utilizando los materiales al máximo. De ahí viene mi tendencia a usar materiales desaprovechados. Estos materiales, al vincularse con un referente con tanta impronta, toman una relevancia aún mayor.
– Has iluminado algo que, ahora, parece evidente. Quitar los rasgos, las definiciones duras, y difuminar lo humano ha producido una figura más cercana.
– Valenti: Mis trabajos son todos autorreferenciales. Siempre intenté contar las cosas con economía: un gesto, una pincelada, una mancha. Me parece mucho más genuino y singular que la mera representación. Busco sugerir, apelar a la memoria emotiva. Finalmente encontré la manera. Y cuando Firpo Casa Editora me convocó para hacer 10×60”, a mí me fascinó. Es lindo que te convoquen por tu trabajo. Como maradoniano, hincha de Gimnasia, para mí fue una alegría y un desafío: necesitaba hacer un Maradona sin ofrecer tanta información. Me di cuenta que se podía expresar a Maradona incluso prescindiendo de su figura.