domingo 13 de julio
Suscribite al diario papel
Hoy Día Córdoba
Registrate al news gratuito
  • Inicio
  • Hoy Córdoba
  • Hoy País
  • Hoy Mundo
  • Análisis
  • Política
  • Economía y Negocios
  • Sucesos
  • Deportes
 
Sin resultados
Ver todos los resultados
 
  • Inicio
  • Hoy Córdoba
  • Hoy País
  • Hoy Mundo
  • Análisis
  • Política
  • Economía y Negocios
  • Sucesos
  • Deportes
Sin resultados
Ver todos los resultados
 
Hoy Día Córdoba
Inicio Cultura
Diarios personales

El rescate de una lengua secreta: la bitácora de Virginia Cosin

Por Ana Pérez Cotten

Opinión Por Opinión
23 de abril de 2024
El rescate de una lengua secreta: la bitácora de Virginia Cosin

Entre el relato autobiográfico y el ensayo, la escritora Virginia Cosin traza en «La pizarra mágica» un recorrido que indaga en la memoria, que explora en la escritura y la lectura, y recupera fragmentos de su vida para, desde lo fragmentario, entonar una voz literaria. Convencida de que «escribir es editar y un editor es, principalmente, un lector», Cosin dedica su libro a trazar su biografía como lectora y escritora, cruzada por los meandros de sus relaciones, la maternidad o la mirada sobre el trabajo de sus alumnos. Y asume, en una postura que incluso va a contramano de cierto clima de época, que la escritura es un trabajo silencioso, que lleva tiempo, y que la remuneración -la capacidad de aprender a ganarse la vida con el oficio- lejos de ser vergonzante es un asunto a explorar.

Autora de las novelas «Partida de nacimiento» y «Pasaje al acto», en el último tiempo ha guiado a muchos autores a la escucha de lo que llama «la propia musiquita»: «Todos tenemos una lengua secreta. Es la lengua de nuestra infancia y de nuestros sueños. Pero la perdemos, la olvidamos, está asordinada por las reglas y las convenciones que incorporamos, a medida que ingresamos en la vida adulta, para poder vivir en sociedad. Está ahí, es la propia musiquita, pero cuesta escucharla».

– ¿Cómo nació «La pizarra mágica»? ¿De qué idea o impulso?

-Virginia Cosin: Para mí siempre es un misterio el origen o el comienzo de un libro. Hasta ahora me pasa siempre más o menos del mismo modo: el material ya está prácticamente escrito de manera más bien dispersa y el libro se arma a posteriori, cuando empiezo a revisar carpetas, archivos, anotaciones. En este caso había empezado a escribir una novela, o algo que podía ser una novela, y de pronto me di cuenta de que la voz se me había desviado hacia una zona un poco más ensayística, donde retomaba cuestiones que aparecían de forma recurrente en las charlas que tengo con los asistentes a los talleres de escritura. Me di cuenta de que el tono era diferente de lo que venía haciendo o intentando hacer y abrí un documento nuevo en el que empecé a separar los dos materiales, el de la novela y el de este libro, antes de saber que sería un libro.

– En «La pizarra mágica» trazás una genealogía de tu oficio como escritora. Comienza con tu capacidad de lectora temprana, pero con una tendencia a ver las palabras como imágenes y a tener faltas de ortografía. No sos una alumna destacada. ¿Qué de aquella supuesta contradicción o hiato crees que dejó rastro en tu escritura?

– En realidad tengo que confesar que nunca adquirí el oficio. Para mí cada vez es la primera vez. Y la mayoría de las veces no me sale, o me sale algo distinto de lo que yo pensaba que quería escribir o contar o decir. Y ahí está, creo yo, la gracia, al menos en parte, del asunto. No quiero romantizar ni caer en lugares comunes. Pero supongo que la disposición a leer, a leer mucho, y a escribir -dos actividades solitarias, que se hacen en estado de aislamiento, que pueden incluso inducir a una especie de trance, que no son redituables, que se hacen de forma inexorablemente lenta- proviene de algún tipo de debilidad, de falla o de rotura, y de esa misma debilidad puede nacer una especie de fortaleza. En eso sigo a Deleuze cuando dice que el escritor, aunque pase por etapas de locura o enfermedad, no escribe porque está loco o enfermo, sino más bien porque es médico. Médico de sí mismo y del mundo. No sé si el hecho de ser una mala alumna, o una alumna distraída o un poco vaga o, diagnosticarían hoy, con déficit de atención, dejó rastro, pero lo que escribo, la forma en la que escribo es, en sí misma, la marca, el rastro. Lo que aprendí, si es que aprendí algo, es que sólo distrayéndose es posible dejarse atrapar por lo imprevisible. Nietzche lo dice mejor: «Siempre estoy a la altura del azar. Para ser dueño de mí he de estar desprevenido».

– «Podría vivir solo leyendo. Ya está todo escrito. No necesito pronunciarme», contás sobre tus primeros pasos de lectora adolescente ¿Cuándo creés que empieza a romperse esa lógica y pasás a escribir?

– Hay un librito muy breve de Proust que se llama «Sobre la lectura». Ahí él dice que cuando uno es chico lee para evadirse del mundo, para retirarse, para olvidarse de sí. Pero hay un momento, sigue más adelante, en el que además de entrar en el mundo fantasioso del libro, necesitamos salir, ese momento del que también habla Barthes cuando dice que un lector de verdad no lee de un tirón, sino que levanta cada tanto la cabeza para pensar. Y que es en ese movimiento de irse del libro y volver que uno es tomado por el deseo de escribir. En realidad, creo que la cuestión es que no hay ruptura: leer es escribir y escribir es leer.

– El libro también recorre tu identidad como lectora a lo largo de los años. ¿Cómo pensás el vínculo entre lectura y escritura?

– Al leer lo que hacemos, antes que nada, es separar, discernir. Por ejemplo: cuando subrayamos, separamos un fragmento del texto que por algún motivo nos produjo algo. Al leer activamente necesitamos, casi seguro, leer con un lápiz en la mano. Primero recortamos, aislamos -lo sepamos o no, lo hagamos o no conscientemente- y después volvemos a conectar, asociar, vincular, no sólo lo que nos resuena y nos atraviesa de un sólo libro, sino de muchos, y no sólo de lo que leemos en los libros, o en las pantallas, sino de lugares, caras, sonidos, sensaciones, tonos, gestos, toda una multiplicidad de imágenes y sensaciones que de alguna manera tenemos que traducir, trasladar, desplazar, metaforizar y a las que les otorgamos sentidos nuevos en otro plano que es el de nuestra singularidad. Eso es escribir. Escribir no es crear desde la nada, nunca se crea desde la nada, más bien recortamos, seleccionamos y volvemos a pegar.

– Citás a Pizarnik («Lo más dificil es escribir con una lengua hermosa y, al mismo tiempo, ser fiel a la propia voz») e indagás en el gesto de ayudar a buscar la verdad del texto. ¿Con qué dificultades te encontrás cuando intentás llegar a ese núcleo hondo y oscuro?

– Creo que todos tenemos una lengua secreta. Es la lengua de nuestra infancia y de nuestros sueños. Pero la perdemos, la olvidamos a medida que ingresamos en la vida adulta, para poder vivir en sociedad. Está ahí, pero cuesta escucharla. Pizarnik decía también que las palabras nunca alcanzan para decir lo que se quiere decir. Ella quería escribir una novela, pero sólo le salían poemas cortos. Y qué poemas. Su diario es de alguna forma el diario del fracaso de la novela. Y justamente gracias a ese fracaso llega con su lengua castrada e incompleta a combinar, de forma muy sintética, unas pocas palabras que consiguen rozar lo indecible.

Registrate al Newsletter Gratuito de Hoy Día Córdoba Registrate al Newsletter Gratuito de Hoy Día Córdoba Registrate al Newsletter Gratuito de Hoy Día Córdoba
Compartir en WhatsAppCompartir en FacebookCompartir en Twitter

Noticias relacionadas

“Caminando por Nueva Córdoba”: historia, arquitectura y cultura al aire libre
Cultura

Visita guiada. “Caminando por Nueva Córdoba”: historia, arquitectura y cultura al aire libre

12 de julio de 2025
La historia de amor y tragedia detrás del monumento más alto del país, en Córdoba
Cultura

"El Ala". La historia de amor y tragedia detrás del monumento más alto del país, en Córdoba

11 de julio de 2025
Vuelve «La La Love You» el festival que impulsa la nueva ola del indie cordobés
Espectáculos

Música. Vuelve «La La Love You» el festival que impulsa la nueva ola del indie cordobés

11 de julio de 2025
El teatro María Castaña presenta «Los dioses también mueren»
Espectáculos

En escena. El teatro María Castaña presenta «Los dioses también mueren»

11 de julio de 2025

Noticias más leídas

La historia de amor y tragedia detrás del monumento más alto del país, en Córdoba

"El Ala". La historia de amor y tragedia detrás del monumento más alto del país, en Córdoba

Por Redacción
11 de julio de 2025
0

Uber alertó a sus usuarios en Córdoba sobre una posible regulación que encarecería los viajes

Por email. Uber alertó a sus usuarios en Córdoba sobre una posible regulación que encarecería los viajes

Por Redacción
11 de julio de 2025
0

La última novedad es la presentación de tres recursos directos contra el Estado nacional por $ 205.791.120.

Covid-19. Suman tres las demandas por los presuntos efectos adversos de las vacunas AstraZeneca

Por Redacción
10 de julio de 2025
0

Casación ratificó el uso de tobillera electrónica y restricciones para Cristina Kirchner

Audiencia reciente. Casación ratificó el uso de tobillera electrónica y restricciones para Cristina Kirchner

Por Redacción
11 de julio de 2025
0

La vicepresidenta Victoria Villarruel en la última sesión del Senado.

Interna. Villarruel afirma que si el oficialismo quiere recortar gastos lo haga “en viajes y en la SIDE”

Por Redacción
12 de julio de 2025
0

Últimas destacadas

Fútbol

Instituto se hizo fuerte en el bosque y derrotó 1-0 a Gimnasia en La Plata

8 horas atrás
Sociedad

Crisis alimentaria en la infancia argentina: un tercio de los niños sufren privaciones graves

15 horas atrás
Fútbol

Con gol de Di María, Rosario Central igualó con Godoy Cruz

15 horas atrás
Nacional

Villarruel afirma que si el oficialismo quiere recortar gastos lo haga “en viajes y en la SIDE”

15 horas atrás
Hoy Día Córdoba

Medio de comunicación de la ciudad de Córdoba, Argentina. Periodismo con agenda propia.

Secciones

  • Agrietados
  • Ambiente
  • Análisis
  • Análisis internacional
  • Automovilismo
  • Autos
  • Azar
  • Basquet
  • Ciencia
  • Club de la Porota
  • Columnistas
  • Córdoba
  • Cuaderno de bitácora
  • Cuentos de Verano
  • Cultura
  • Cultura y tecnología
  • Deportes
  • Economía y Negocios
  • El centinela ciego
  • El Imperdible
  • El ojo de Horus
  • El Transeúnte Insomne
  • En las redes
  • Espectáculos
  • Estilo y Bienestar
  • Finanzas
  • Fútbol
  • Gastronomía
  • Gente
  • Golf
  • Hacia la tierra sin mal
  • Hoy Comunidad
  • Hoy Córdoba
  • Hoy Día Clip
  • Hoy Mundo
  • Hoy País
  • Humor
  • Información
  • Información General
  • Mascotas
  • Nacional
  • Negocios y empresas
  • Política
  • Política Cordobesa
  • Rugby
  • Salud
  • Sociedad
  • Sucesos
  • Tapa del día
  • Tecnología
  • Tenis
  • Turismo
  • Un pedante en delantal

Institucional

  • Inicio
  • Staff
  • Edición Impresa
  • Registro Gratuito al News
  • Suscripción Papel
  • Hoy Día Juegos
  • Política de privacidad
  • Contacto
  • Inicio
  • Contacto
  • Política de privacidad

© 1997-2025 - Hoy Día Córdoba - Todos los derechos reservados. Desarrolla: Daskalos.

¡Gracias por Registrarte a Hoy Día Córdoba!

Si sos de la Ciudad de Córdoba, también podes suscribirte a nuestra edición impresa y recibirla en tu casa



Sin resultados
Ver todos los resultados
Registrate al news
  • Hoy Córdoba
  • Ambiente
  • Análisis
  • Autos
  • Azar
  • Ciencia
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía y Negocios
  • Espectáculos
  • Estilo y Bienestar
  • Gastronomía
  • Gente
  • Hoy Comunidad
  • Hoy Día Clip
  • Hoy Mundo
  • Hoy País
  • Humor
  • Mascotas
  • Política
  • Salud
  • Sociedad
  • Sucesos
  • Tecnología
  • Turismo
  • Edición Impresa
  • Podcasts
  • Hoy Día Juegos

© 1997-2025 - Hoy Día Córdoba - Todos los derechos reservados. Desarrolla: Daskalos.