La pericia y el oficio de José Sand, y un error mayúsculo del árbitro asistente Juan Pablo Belatti le permitieron al Granate abrir el marcador en los últimos minutos del primer tiempo.
En el complemento, poco después de su ingreso y nuevamente en tiempo adicionado, Luciano Abecasis liquidó el juego y sentenció la clasificación de su equipo a la ronda de los cuatro mejores, donde enfrentará a Central Córdoba de Santiago del Estero.
Buenas intenciones mostraron ambos equipos en el primer tiempo del partido que disputan en el estadio Marcelo Bielsa de Rosario, y parecía que ese capítulo se diluía con un empate en cero.
Pero apareció Sand para exprimir al máximo un error de Alan Franco en defensa. Es cierto que el histórico goleador Granate estaba en posición adelantada cuando partió el largo pase desde su campo, pero no menos verdadero es que le tiró toda la experiencia encima al joven defensor del Rojo para luego definir con simpleza y efectividad con la punta de su botín.
Hasta allí a ambos equipos les había faltado precisión e inventiva en los últimos metros. Fue Independiente, en este contexto, el que tuvo las mejores aproximaciones, aunque ninguna derivada de una construcción clara en ofensiva.
En el partido que puede marcar el destino del cuestionado Beccacece, el colombiano Andrés Roa intentó ubicarse como generador de juego, pero fueron contadas las ocasiones en que logró hacerse eje de su equipo.
De esa manera, Independiente apostó a disparos de media y larga distancia para inquietar a Agustín Rossi. Probó Nicolás Figal desde lejos y posteriormente Silvio Romero desde la puerta del área. En ambos casos la pelota se fue apenas desviada.
Lanús generó poco ante el conjunto de Avellaneda, pero pegó en el adicionado y con polémica. Lo hizo a los 47 a través de Sand, y llenó de preguntas a Independiente.
A Independiente le costó entrar en ritmo en el complemento. De hecho comenzó a hacerlo, de manera paulatina, después que Beccacece movió el banco para los ingresos de Juan Sánchez Miño, Cecilio Domínguez y, un poco después, Martín Benítez.
Un poco por decisión propia y otro poco por iniciativa del Rojo, el equip de Luis Zubeldía se fue retrasando en el campo de juego e Independiente comenzó a llegar.
Lo tuvo Independiente después de los 25 con dos cabezazos de Sánchez Miño y Roa, este último brillantemente rechazado por Rossi.
Pero Lanús contestó con un desborde del interesante juvenil Alexandro Bernabei que Nicolás Orsini no pudo empujar y con un testazo de Facundo Quignón que hizo lucir a Martín Campaña.
Una nueva polémica se sumó a diez del final. Bernabei pareció sujetar a Domínguez adentro del área cuando el paraguayo intentó alcanzar un centro: Néstor Pitana juzgó que no existió infracción y su asistente Belatti, un poco más cerca, no lo contradijo.
Cumplido el tiempo reglamentario, Independiente quedó mal parado en defensa y Lanús lo liquidó de contragolpe por intermedio de Abecasis, en su debut con la camiseta Granate.
“Que se vayan todos”, fue uno de los hits que apareció de inmediato en la tribuna del Rojo, que se sumergió un poco más en sus propios problemas.
Lanús celebró su acceso a semifinales. Independiente se quedó con las manos vacías.