La quinta semana de actividades para Belgrano en Villa Esquiú arrancó con trabajos con pelota para todo el plantel. Sigue la división en grupos. La buena noticia es que, una vez más, los hisopados y análisis de sangre dieron negativos y no hay infectados de Covid-19 entre los jugadores ni miembros del cuerpo técnico.
El plantel desarrolló la práctica con la supervisión de los preparadores físicos José Micciulli, Franco Bianchi, Alejandro Sabbatini y Dino Mazaforte, junto a los asistentes técnicos Juan Chumba y Carlos Orsi.
Del primer grupo formaron parte Bernardello, Rivero, Vegetti, Luján, Quiroga, Novillo, Luna, Sequeira, Estigarribia, Salas, Techera, y Olivera; del segundo Barinaga, Barbieri, Peralta, Garnerone, Barbero, Pardo, Tomasetti, Meriano, Lencina y Attis; y del tercero Rigamonti, Rufinetti, Strumia, Costantino, Zapelli, González, Ostchega, Sánchez, Colazo, Cabral, y Longo.
Mientras, el grupo aún espera por el técnico Ricardo Caruso Lombardi, quien llegó durante el fin de semana a Córdoba y deberá cumplir los 14 días de aislamiento obligatorio para estar frente a las prácticas. Con el entrenador cerca, es más fácil la organización del cronograma de partidos amistosos. Las charlas con los otros equipos de la provincia ya empezaron.
Por otra parte, se espera que pronto, Gervasio Núñez, se incorpore al plantel y luego a los entrenamientos. El mediocampista, de 32 años, dejó Central Córdoba de Santiago del Estero y se convirtió en el tercer refuerzo celeste. «A partir de ahora soy un Pirata más», dijo el Yacaré en las redes oficiales del club.
Hasta aquí, las incorporaciones eran el defensor Wilfredo Olivera y el arquero Nahuel Losada. Con la llegada de Núñez, faltará seguro un lateral por izquierda. Y podría haber más caras nuevas si se producen otras bajas. Pero primero, Caruso Lombardi debe llegar y observar a sus futbolistas, que para entonces tendrán más de 30 días de entrenamientos encima.