En un momento complicado de la pandemia en todo Sudamérica, la Conmebol anunció que llegó a un acuerdo con la farmacéutica china Sinovac Biotech para la donación de 50.000 vacunas contra el coronavirus para que sean aplicadas a futbolistas, entrenadores y árbitros de los planteles principales del fútbol profesional sudamericano. Se trata de un respaldo concreto por parte de la firma china a la realización de la CONMEBOL Copa América y a las demás competiciones del fútbol sudamericano”, reza el comunicado.
Es la mejor noticia que puede recibir la familia del fútbol sudamericano, a la que debemos nuestros mejores esfuerzos en la CONMEBOL. Es un paso adelante enorme para vencer a la pandemia de Covid-19, pero no significa de ningún modo que vayamos a bajar la guardia. Mantendremos nuestro trabajo responsable, el que nos permitió concluir nuestros torneos sin contratiempos y sin alterar los formatos. Agradezco este gran gesto de solidaridad y de apoyo de la empresa Sinovac que comprendió que el fútbol es una actividad fundamental para la economía, la cultura y la salud física y mental de los sudamericanos”, manifestó el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
Hasta el momento no trascendió en qué manera se llevará a cabo la logística para el proceso de vacunación de los planteles, algo que será coordinado con las asociaciones miembro en los próximos días.
Las declaraciones de Gao Fu, director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades en China, acerca de la posibilidad de mezclar diferentes tipos de vacunas para optimizar procesos de vacunación” debido a las diferencias de eficacia entre los distintos inoculantes, re-tumbaron en las últimas horas en distintos puntos del mundo y en Argentina no faltaron las declaraciones cruzadas, hablando de la eficacia de las vacunas chinas, aunque lo cierto es que en nuestro país la que se aplica es la Sinopharm, que ofrece resultados mejores.
Sin embargo, Gao Fu negó que la Sinovac tuviera mala eficacia y aseguró que se trató de un malentendido. El ejecutivo chino aclaró que propuso optimizar los procedimientos de vacunación, como mezclar diferentes vacunas y modificar la secuencia de dosis para mejorar la eficacia, debido a las diferencias de eficacia entre las distintas fórmulas, y no porque las vacunas chinas no fueran lo suficientemente buenas.