El equipo argentino de Copa Davis, que en las próximas horas definirá su nuevo capitán -Javier Frana sería el elegido por la AAT-, ya conoce el camino que deberá recorrer en los Qualifiers 2025. Y el sorteo no fue del todo favorable.
Es que para la primera ronda habrá que visitar a Noruega, que tiene a Casper Ruud como principal figura y ganó la localía por azar, ya que será el primer cara a cara entre ambos países en esta competencia. Y en caso de ganar la serie y avanzar a la siguiente rueda, en septiembre enfrentará a Países Bajos, que viene de ser finalista en la edición 2024, en la que perdió el título en manos de Italia y un inmaculado Jannik Sinner.
Para complicar más el panorama de cara al duelo con el conjunto nórdico liderado por el dos veces finalista en Roland Garros, la serie se jugará entre el 31 de enero y el 2 de febrero, justo después del Abierto de Australia y antes de la gira sudamericana sobre polvo de ladrillo. Aquellos que vayan no solo deberán aceptar la incomodidad de pasar del verano al invierno y del invierno al verano en una semana, sino que también tendrán que alterar su preparación para la temporada.
El desafío que enfrentarán los “Halcones” -un apodo que los propios jugadores argentinos se pusieron este año durante la fase de grupo de Manchester- será muy parecido al que tuvieron el año pasado, en los Qualifiers de 2023, cuando tuvieron que ir a Espoo para jugar con Finlandia también entre el cierre del primer Grand Slam del año y el arranque de los torneos de canchas lentas de Sudamérica.
En esa ocasión, hubo varios jugadores que eligieron bajarse de la serie para evitar someterse a un cambio brusco de temperatura y a un largo viaje extra en los primeros meses de la temporada. De los tres mejores rankeados del momento -Diego Schwartzman, Francisco Cerúndolo y Sebastián Báez-, solo el segundo aceptó la convocatoria. Y también se bajó Horacio Zeballos, por entonces 13° del mundo y el mejor doblista albiceleste, que todavía no se había alejado del equipo.
Los noruegos, como los finlandeses, tratarán de hacer pesar su condición de anfitriones y sacarle el jugo a la chance de elegir la cancha. Pero, si de ranking se habla, es un conjunto más débil que el encabezado por Ruusuvuori, una ventaja que los albicelestes deberían aprovechar.