A la sombra del muy buen andar en la Copa Libertadores, River sufrió ayer su segunda derrota seguida como visitante en la Liga Profesional al caer por primera vez en la historia con Deportivo Riestra. Fue 2-0 para el conjunto blanquinegro, que dejó con malas sensaciones al Millonario en el último partido antes del receso y tras haber quedado eliminado de la Copa Argentina hace tres semanas ante Temperley, por penales.
El conjunto dirigido por Martín Demichelis manejó la pelota y tuvo un primer tiempo con pocas acciones peligrosas, pero las suficientes como para ponerse en ventaja. Pero falló, incluso con un remate en el travesaño, y en la segunda etapa estuvo deslucido. No ofreció reacción al quedar abajo en el marcador y la apuesta por los juveniles, en un duelo en el que no contó con algunos jugadores que están con sus seleccionados, no cambió el destino de la derrota.
Sobre la hora, merced a un penal, Riestra aseguró la victoria y le dejó a River una señal de alarma de cara al futuro, en especial a lo que será el duelo de octavos de final con Talleres por los octavos de final de la Libertadores. Un equipo que arrastraba cuatro derrotas en fila y no marcaba goles desde la fecha inicial del torneo le hizo sentir que necesita reforzarse y recuperar confianza para lo que vendrá.
“Este partido, junto a la eliminación con Temperley y los cuartos de final de la Copa de la Liga, son las tres derrotas más dolorosas. No es lo que queremos ser. Los primeros doloridos somos nosotros. No es para nada gracioso venir a la cancha de Riestra y perder tres puntos acá”, indicó Demichelis luego del partido.
“Somos un equipo de local y otro totalmente distinto de visitante. Hay que hacer un análisis, un mea culpa entre todos. Nos hacen un gol de una falta lateral y después no supimos entrar. Seguiremos buscando ese análisis porque lo que queda es muy alentador, la Libertadores definiendo en casa y este torneo, que no tengo dudas que llegaremos compitiendo hasta el final de diciembre”, afirmó.