Diana Taurasi, leyenda del básquetbol norteamericano habló en un español casi perfecto. “Creo que en un par de semanas pensaré en lo que logré en estos 20 años. Es un orgullo. Y siempre lo digo, llevo la camiseta de Estados Unidos, pero abajo siempre llevo la de la Argentina. Estaba mi viejo, mi vieja, toda la gente de Los Ángeles vino hoy. Yo gano esta medalla para los dos países”.
Taurasi se volvió un mito. En París disputó los octavos Juegos Olímpicos y, ante Francia, con la que, paradójicamente, no jugó ni un minuto, logró la sexta medalla dorada en la competencia madre. Sus raíces están en la Argentina. Mario, el padre de la basquetbolista, nació en Italia, pero con cinco años se radicó en Rosario durante gran parte de su infancia, adolescencia y adultez.
Fue allí donde conoció a una rosarina de pura cepa como lo es Liliana. Nació en argentina la mayor de las niñas Taurasi, Jessica, pero al tiempo la familia decidió mudarse a Chino, California, donde nació Diana, que de pequeña era una muy buena jugadora de fútbol. Ese deporte siempre fue su pasión, pero apareció el básquetbol en el camino y cuando tuvo que elegir, entendió que lo suyo era encestar.
A cada paso, está su vínculo con nuestro país. “Criarme en una casa común en Argentina con mi familia, vivir ahí por un tiempo me lo dio. Simplemente somos diferentes, vivimos la vida diferente. Somos un poco intensos para muchas personas, pero definitivamente soy así, estoy hecha así, es parte mía”, supo decir meses atrás la mujer record.