Javier Pastore reconoció que no volverá a jugar al fútbol a raíz de los problemas en su cadera que incluso este año lo llevaron a someterse a una operación. “Dejé una puerta abierta para ver cómo me sentía, pero me gustaría antes de junio anunciar mi retiro”, afirmó a Relevo.
El mediocampista de 35 años, que no entra a una cancha desde el primer semestre de 2023, destacó que “el cuerpo no aguantó más, los dolores después de los partidos eran muy fuertes”. Además, agregó: “El punto de inflexión fue cuando mi hijo me pedía salir al jardín a patear la pelota y no podía levantarme del sillón”.
Con respecto a cómo tomó la decisión de no volver a jugar, fue contundente. “Mi cabeza me pedía estar a pesar de las molestias por toda la felicidad que me daba el fútbol, pero fui perdiendo fuerzas porque se volvió insoportable. Nos dejamos mutuamente”, manifestó el surgido en Talleres.
La prótesis que le pusieron en la cirugía a principios de este año era la ilusión para el retorno, aunque el propio Pastore deslizó que “no están dadas las mejores condiciones”. En tanto, añadió: “Las cosas cambiaron mucho. Ahora es todo mucho más físico y menos técnico, lo que perjudica mi estilo de juego”.
El fútbol actual fue lo que terminó de enterrar la chance de un regreso. “No creo que pueda hacer un sacrificio tan grande sin saber si voy a tener recompensa. No soy atleta y tampoco voy a poder entrenar para lograrlo. Lo que me hace feliz es jugar a la pelota, no correr 20 kilómetros por partido”, concluyó.