La crisis económica que atraviesa el país impacta de lleno en una actividad esencial para la salud pública, como es la venta de medicamentos, según alertó ayer el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba. La institución informó que el año pasado cerraron 72 farmacias en la provincia, a un promedio de seis por mes, cuando en 2016 esa estadística se reducía a la mitad. Una de las causas es el alto incremento de los precios de los remedios, que fue acompañado por una caída preocupante de las ventas.
“Durante 2018 cerraron en la provincia de Córdoba cada mes un promedio de seis farmacias. Y el dato aún más preocupante es que son farmacias de barrios alejados del Centro, farmacias de pueblos o de comunas donde la farmacia es un centro de salud, probablemente el único que tenía una comunidad a mano y hoy no lo tiene más”, alertó Georgina Giraldi, vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos, que periódicamente releva la situación de sus más de 500 asociados.“Los medicamentos se incrementaron en el año un 66,5 %, mientras que en las farmacias la facturación en precios aumentó un 30 %, aun cuando el índice inflacionario anual fue del 47 %.
Es un desfasaje importante”, graficó Giraldi, quien además alertó sobre un dato preocupante: “bajamos un 5 % la cantidad de unidades de medicamentos vendidas, y eso nos demuestra que los pacientes eligieron dejar de tomar algunos de los remedios que les fueron recetados”, explicó. “Es una conducta alarmante por parte de los pacientes, porque hace dos años nos pedían medicamentos genéricos o con la misma droga pero más baratos. Pero ahora vienen con recetas de seis medicamentos y eligen comprar sólo dos porque no les alcanza el dinero”, concluyó Giraldi.