El nerviosismo que causó la tendencia alcista del dólar otorgó un mayor protagonismo a la reunión que mantendrán esta semana el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, y la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Se prevé que el gobierno nacional intente, en primer lugar, asegurar el desembolso de 10.700 millones de dólares que el FMI prometió para mediados de este mes. Además, necesita el guiño el organismo internacional para actuar con mayor determinaron ante la escalada de la divisa norteamericana.
En principio, la evaluación que realizó la misión técnica FMI de la economía argentina en febrero pasado sería positiva. Por lo tanto, se prevé que el cuarto desembolso -de los 13 previstos- llegue en tiempo y forma. Una vez “depositado”, la Argentina habrá recibido el 69 % de los casi 57.000 de dólares millones pactados, en un escenario marcado por la volatilidad cambiaria. Cabe recordar que el representante del FMI en Argentina, Trevor Alleyne, aseguró el viernes pasado que nuestro país “es más débil que los otros países emergentes” y que precisa del programa que cerró con el organismo internacional “para fortalecer todos los aspectos de la macroeconomía y construir más resistencia a lo externo”. Por otro lado, se refirió al año electoral y repitió la posición política del Fondo: “No importa quién gane las elecciones, el país seguirá siendo miembro del FMI y estaremos dispuestos a apoyar al país”.
La segunda cuestión que prevé abordar Dujovne tiene que ver con la escasa libertad del Gobierno para intervenir en el dólar (que el viernes cerró a 42,26 pesos) y calmar la incertidumbre financiera que caracterizó las últimas jornadas. Cabe recordar que el FMI es un fervoroso creyente de la libre flotación de la moneda y, por este motivo, espera que los dólares que envía queden en el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Sin embargo, según la carta del titular de Hacienda que trascendió la semana pasada, la intención del Gobierno es usar dólares para colocar Letras del Tesoro de la Nación (Letes). Sin embargo, el acuerdo con el Fondo establece que la única intervención oficial podrá realizarse a través del BCRA y solo cuando la divisa supere el techo de la zona de libre flotación, actualmente pautada en 50,23 pesos.
Críticas por la suba de las tasas
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) subió la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq) el viernes pasado para calmar el mercado ante una posible crisis cambiaria. El rendimiento se ubicó el viernes pasado en 57,89 % promedio, lo cual significa una suba de 6 % con relación al valor registrado el jueves. Se trata del aumento diario más importante desde que se anunció en octubre pasado la actual política monetaria y cambiaria. En tanto, el dólar reaccionó a la suba de la tasa con una baja de 1,38 pesos. La cotización finalizó en 42,12 pesos para la venta minorista, contra un pico de 43,50 pesos alcanzado el jueves. Al respecto, el economista Juan Carlos De Pablo advirtió que “el jueguito de la tasa versus el dólar termina mal”. A su vez, afirmó que “hay sectores privados que tienen plata, pero no la movilizan porque no imaginan cómo será el futuro”. Agregó también que “lo que hará el Gobierno en los próximos meses dependerá de las circunstancias, pero si el que gobierna piensa solo en llegar a las elecciones puede tener una sorpresa desagradable”.