La incontenible escalada del dólar que viene registrándose esta semana obligó al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a tomar medidas extraordinarias. La autoridad financiera que conduce Guido Sandleris decidió ayer limitar los créditos para empresas exportadoras con la intención de forzarlas a liquidar divisas en medio de una renovada crisis cambiaria.
De acuerdo con la comunicación “A” 6.765 publicada a media mañana, la financiación que este tipo de empresas pueda obtener de los bancos locales grandes no podrá superar los $1.500 millones. Al cambio actual, el monto resulta insignificante para firmas que exportan en grandes volúmenes.
Las compañías comprendidas por la nueva normativa son aquellas que en los últimos 12 meses hayan exportado bienes y servicios por, al menos, el 75% de sus ventas totales (con algunas excepciones). La normativa entrará en vigencia a partir del 28 de septiembre próximo. El Banco Central indicó en el comunicado que “los acuerdos de financiaciones alcanzadas a clientes categorizados como ‘Grandes empresas exportadoras’ vigentes a la fecha de entrada en vigencia de estas disposiciones no podrán ser desembolsados de superarse los límites previstos”.
El Banco Central pretendía, de esta manera, que las restricciones para financiarse en pesos forzaran a las empresas a vender divisas y restaran presión sobre el tipo de cambio. El objetivo era generar una oferta privada de divisas, de modo que no sea el Estado el único vendedor de dólares.
No obstante, el analista financiero Christian Buteler consideró que la medida no va a impactar a corto plazo, sino a mediano. “Va a depender de las necesidades financieras que tengan estas empresas lo que es difícil de saber a esta altura del año porque muchas ya han sido canceladas y en base a eso liquidarán cuando sea totalmente necesario, porque obviamente con un dólar subiendo todos los días van a retacear la liquidación lo más posible, opinó.
Coincidió con esta postura el economista jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman, para quien los efectos se verán más adelante. “La medida llega tarde principalmente porque la salida de la cosecha gruesa (soja) es en el segundo y tercer trimestre, así que casi todos los gastos en pesos ya se hicieron. Además, aunque la cosecha fina (trigo y maíz) sea al cierre del año, la campaña ya empezó. Entonces, aplicará recién para 2020”, explicó en declaraciones a medios bonaerenses.
La urgencia del Banco Central por tomar una medida de este tipo estuvo vinculada a la volatilidad financiera que marcó los primeros días de la semana y que obligó al Ministerio de Hacienda de la Nación a reaccionar (ver página 3). Anoche, la autoridad financiera ratificó que utilizará las reservas “para moderar la volatilidad nominal”. Finalmente, tras asegurar que su compromiso es con los argentinos, el BCRA se comprometió a hacer “todo lo que esté a nuestro alcance” para contener la disparada del dólar.
El tipo de cambio y el riesgo país volvieron a registrar aumentos
Pese a la artillería desplegada por el Banco Central, el dólar subió ayer 2,5%. La moneda norteamericana terminó a un promedio de $56,27 para la punta compradora y $60,17 para la vendedora, lo que implica un incremento de $1,51 frente a la rueda anterior.
Además de limitar el financiamiento para grandes empresas, el Banco Central volvió a utilizar las reservas para intentar moderar la firme demanda y vendió un total de US$367 millones, a lo que se debe sumar los US$60 millones que habitualmente subasta por cuenta de Hacienda. Por otro lado, el riesgo país cerró ayer en los 2.112 puntos. De esta manera, avanzó 5,5% respecto de la jornada anterior.