La autoridad monetaria busca restringir operaciones especulativas que evadan al esquema de control anunciado a principios de septiembre y endurecido el domingo luego de las elecciones.
En tanto, las transacciones con crédito y débito para el resto de los consumos en el exterior, así como gastos de turismo al tipo de cambio oficial, continúan sin modificaciones.
Mediante la comunicación «A» 6823, la autoridad monetaria determinó ayer por la tarde que bancos y emisoras de tarjetas locales «deberán contar con la conformidad previa del Banco Central para realizar pagos al exterior por el uso de tarjetas de crédito, débito o prepagas emitidas en el país a partir del primero de noviembre inclusive».
Se trata de una norma que regirá para operaciones vinculadas con la participación en juegos de azar y apuestas, tanto en lugares físicos como en plataformas virtuales, como Bwin y Pokerstar, entre otras.
Es que según indicaron operadores, los turistas argentinos en el exterior llevaban a cabo mecanismos para escapar al cepo como la compra de fichas en casinos con el fin de obtener efectivo al valor del dólar oficial, el cual es más bajo que el expuesto en las denominadas «cuevas».
También estará vigente para transferencia de fondos a cuentas en proveedores de servicios de Pago y a cuentas de inversión en administradores de inversiones radicados en el exterior.
Serán alcanzadas además la realización de operaciones cambiarias en el exterior y la adquisición de criptoactivos, como el Bitcoin.
En tanto, el organismo que conduce Guido Sandleris decidió establecer en US$ 50 el monto máximo por operación de tarjetas de crédito locales como adelantos en efectivo en el exterior.
Tras la derrota electoral del Gobierno, el Banco Central ya había decidido limitar a US$ 200 por persona la compra de divisas en forma mensual con el propósito de frenar la brusca salida de reservas.