Las nuevas autoridades del Banco Nación iniciaron un sumario administrativo luego de detectar que durante la gestión de Cambiemos la entidad estatal le otorgó préstamos por $ 18.700 millones a la firma agroindustrial Vicentín que se declaró en estrés financiero” el 5 de diciembre pasado, sin que hasta el momento la empresa haya presentado propuesta de pago alguna.
El monto aprobado durante la gestión de Javier Gónzález Fraga llega al 20% de la responsabilidad patrimonial computable del banco.
La magnitud de los montos excede todos los límites de riesgo de concentración fijados en la normativa de Basilea II -adoptados por el Central- y habla de un claro vínculo entre el macrismo y la empresa de las familias Padoán-Nardelli, una de las principales aportantes a la campaña del entonces oficialismo.
El importe representa el 78% de la deuda bancaria de la compañía, lo que refleja la llamativa prudencia del resto de las entidades financieras a la hora de autorizar préstamos a esta firma.
El siguiente acreedor en importancia es el Banco Provincia con unos $1.623 millones y mucho más atrás figuran el Hipotecario ($721 millones), Macro ($540 millones), Nuevo Banco de Entre Ríos ($427 millones) y otros sietes bancos que en su conjunto apenas reúnen una deuda de $1.600 millones.
Es decir que, los cuatro bancos públicos (Nación, BICE, Ciudad y Bapro) son acreedores de $20.600 millones de los $23.300 millones, es decir 88,4% del total.