De desperdicio voluminoso y hábitat óptimo para la proliferación del mosquito que transmite el dengue, las cubiertas viejas son cada vez más empleadas como materia prima en procesos productivos. Holcim Argentina y Cementos Avellaneda son dos empresas del sector de la industria del cemento que se sumaron a la iniciativa provincial. El convenio contempla la coordinación entre el Ministerio de Ambiente y Economía Circular, los municipios que adhirieron al programa y Holcim.
«Se establecen centros de acopio y luego nosotros hacemos la recolección y el traslado a las instalaciones de la empresa”, explica Lorena Vera, Head Comercial de Geocycle Argentina, empresa del grupo Holcim encargada de la gestión de los residuos.
En la planta de Malagueño, Geocycle emplea una técnica denominada coprocesamiento, que permite la reutilización de las cubiertas como insumo para la fabricación del cemento y recurso energético empleado en los hornos.
Cuando los NFU ingresan a los hornos se transforman en un recurso mineral que se integra al proceso de fabricación del cemento como materia prima.
“Para Holcim y Geocycle el vínculo con el Ministerio de Ambiente es fundamental, ya que tiene líneas de trabajo vinculadas a la economía circular y a la sostenibilidad que son muy compatibles con nuestra visión».
«En Holcim, tenemos objetivos muy claros de gestión en desarrollo sostenible vinculados a la Agenda 2030, buscando construir un mejor planeta para las futuras generaciones y eso está muy en línea con lo que está marcando la Provincia”, apunta Vera.
En la misma sintonía, el ceo de Holcim Argentina, el cordobés Pablo Bittar, durante un encuentro mantenido en el Centro Cívico con el gobernador Martín Llaryora, precisó que en los últimos cinco años la empresa invirtió en el país 250 millones de dólares y cerca de la mitad de esa cifra se destinó a la planta ubicada en Malagueño y al tratamiento de residuos.
Cementos Avellaneda también utiliza los neumáticos recolectados en la provincia de Córdoba en sus plantas de San Luis y Buenos Aires.. “Los NFU llegan en camiones y para poder procesarlos en el horno reemplazando el empleo de gas deben ser triturados a un tamaño muy pequeño”, explica Roque Amoroso, gerente de Combustibles Alternativos.
“Luego se mezclan con otros residuos formando un combustible con características aptas para poder ser introducidos en el horno calcinador, sustituyendo el combustible fósil”, añade Amoroso.
El gerente puntualiza que la iniciativa de recupero de NFU en conjunto con la Provincia se enmarca dentro del proyecto de responsabilidad social ambiental de la empresa. “Este proyecto tiene beneficios ambientales y sanitarios, con gran impacto positivo en la prevención del dengue”, concluye.